El Servicio Jesuita para Refugiados e Inmigrantes del Centro Bonó calificó este jueves de racista las deportaciones de nacionales haitianos, al tiempo que demandó del Gobierno la aplicación de una política migratoria justa y no adoptar una solución superficial y demagógica con las repatriaciones.
Sonia Adames, directora del organismo, entiende que las deportaciones no son efectivas para evitar el avance de la epidemia del cólera, como argumenta el director de Migración, Sigfrido Pared Pérez, sino que dan lugar a la “violación de los derechos de las personas migrantes”.
"La ley no le otorga facultad a la Dirección General de Migración de inspeccionar los medios de transporte nacionales, ni de obligar a los choferes y cobradores del transporte público a fungir como agentes de migración para que no permitan el abordaje a personas extranjeras que no presenten documentación”, explicó.
Insistió en que el proceso de repatriación que lleva a cabo el Gobierno sigue claramente un perfil racial para decidir quiénes deben ser detenidos.
Se quejó de que, en muchos casos, “ni verifican la documentación de los extranjeros antes de conducirlos a los vehículos en los que los transportan detenidos".
"Es inaceptable que en este proceso se sigan violando los principios constitucionales de presunción de inocencia, libertad de tránsito y de no discriminación", expresó Adames.
La funcionaria habló sobre el tema durante una conferencia de prensa celebrada en el local del Centro Bonó, ubicado en la calle Josefa Brea, del Distrito Nacional.
En el encuentro también habló el director del Centro Bonó, Mario Serrano, quien propuso al Estado dominicano poner en marcha el plan de regularización de extranjeros, previsto en el artículo 151 de la ley general de Migración.
El Gobierno inició una campaña contra haitianos ilegales en diferentes puntos del país, para evitar la propagación del cólera.