Los impostergables cambios en el gobierno de LF

Si el Presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, toma en cuenta que las cosas "no son como comienzan, sino como terminan", podía llevarse por las recomendaciones de los expertos plasmadas en las siguientes líneas.

El gobierno del doctor Fernández se está poniendo viejo, ya que casi entra a su tercer año, por lo que éste debe tener mucha cautela en cuanto a los funcionarios que debe remover o no de sus cargos el próximo 27 de febrero.

Muchos lo han hecho bien, ninguno excelente; pero, otros han desempeñado sus funciones de forma "fatal" y se merecen que sean enviados a sus casas u oficinas privadas a descansar.

Los cambios que realizará el presidente Fernández tienen que alcanzar todas las ramas: desde la civil, la del amiguismo, hasta concluir en la militar. De los cambios militares se hablará en otra entrega periodística.

Una persona que merece quedarse en su cargo y a quien Fernández debía ascender, es Altagracia Paulino, quien ha desempeñado el puesto de directora del Instituto Nacional de los Derechos del Consumidor (ProConsumidor), con tal gallardía, que hasta los bancos han debido ajustarse a sus requerimientos.

Otro de sus grandes logros fue la colocación de balanzas en las estaciones de GLP, para que los consumidores no sean estafados y se llevara a cabo el decomiso de miles de productos vencidos que se vendían en los comercios en todo el país.

Alguien a quien el presidente debió mandar a hacer sus maletas es a Melanio Paredes, un ministro de Educación que no ha llenado las expectativas, ni logró alcanzar las metas trazadas
por el gobierno.

Durante su mandato al frente de Educación, cientos de niños se han intoxicado con el desayuno escolar, el cual debieron suspender por un tiempo y sus logros han sido pocos: sólo la creación de algunas aulas y escuelas y la reparación de otras en casi dos años al frente de la cartera.

Los ministros de Agricultura y Obras Públicas, Salvador Jiménez y Víctor Díaz Rúa, deben quedarse, pues su labor al frente de estas dos instituciones públicas ha sido factible.

Díaz Rúa, en el último año ha logrado grandes construcciones, entre ellas la del Corredor Duarte, que ha venido a buscar solución al grave problema del tránsito en las principales vías de Santo Domingo.

Chío Jiménez, en cambio, se ha mantenido al frente de Agricultura por casi cinco años y sus logros han sido muchos en los campos dominicanos. Los logros alcanzados en materia agropecuaria han permitido que organismos internacionales financien proyectos por un monto de 34 millones de dólares en el país.

Un funcionario civil que debe destituir el presidente Leonel Fernández es el incumbente de la Dirección de Normas y Sistema de Calidad (Digenor), Julio Santana, que se ha pasado los años advirtiendo sobre lo que se debe hacer y nunca ha ejecutado.

El mal manejo que ha dado el Ministerio de Salud a la epidemia del cólera, al dengue y la malaria es más que suficiente para que Juan Bautista Rojas Gómez, quien tiene siete años en el cargo, sea removido.

La sociedad  no entiende cómo es que cada año se habla de decenas de muertos por dengue y malaria, cuando es una situación predecible y de temporada y que ahora se estén ocultando cifras con el tema del cólera, causa de unas cinco mil muertes en Haití.

El ministro de Medio Ambiente no se ha ganado permanecer en el cargo, por lo que se entiende que este próximo 27 de febrero o en los días siguientes, Jaime David Fernández Mirabal debe ser sustituido del cargo.

Fernández  Mirabal, quien ya fue vicepresidente de la República (1996-2000), dio permiso para que se construya una cementera en unos terrenos cercanos al Parque Nacional Los Haitises, catalogado como un pulmón para el Caribe. Sin enumerar otros debatibles actos, ya está descalificado.

El Fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra, que recoja sus "motetes" y abra su oficina privada; porque, según entendidos, el cargo le quedó grande y no ha resuelto nada.

En el caso del empresario Celso Marranzini, quien fue nombrado como vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), para que acabe con los apagones, ha empeorado la situación.

Funcionarios que deben permanecer en sus puestos son Vicente Bengoa, en Hacienda; Temístocles Montás, en Economía; Héctor Valdez Albizu, en el Banco Central; Franklin Rodríguez, en la Juventud; Max Puig, en Trabajo y Altagracia Guzmán Marcelino, quien ocupa la dirección del Seguro Nacional de Salud, debe ser ascendida.

También deben seguir, según sus hechos: Eddy Martínez, del CEI-RD; Daniel Toribio, en el Banco de Reservas; Paino Abreu Collado, en el Banco Agrícola; Ligia Amada Melo, Educación Superior y Haivanjoe NG Cortiñas, Superintendencia de Bancos.

Leonel Fernández debe ponerle la barba en remojo a: Enrique Martínez, de la Lotería; Ricardo Jacobo, de Inespre; Elías Wessin Chávez, de Bienes Nacionales; Euclides Gutiérrez Félix, Superintendente de Seguros; José Ramón Fadul, de Industria y Comercio y Francisco Méndez, de la Superintendencia de Electricidad.

Otros que tienen que irse para sus casas son el ministro de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier y el director General de Migración, Sigfrido Pared Pérez, funcionarios que ya cumplieron su cometido.

Esas son algunas recomendaciones de los expertos y otros que saben de la materia en la parte civil, quienes también entienden que el mandatario debe tirarse "una miradita" por los predios de la Presidencia de la República.

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