Tener varios kilos extras tras dar a luz a un hijo es normal, pero algunas mujeres no solo no logran bajar este sobrepeso sino que engordan un poco más. Dicho exceso de peso parece estar causado por el efecto que el stress genera en la actividad física de las nuevas mamás, según indica una nueva investigación.
“El estilo de vida sedentario, es decir el poco ejercicio físico, está muy influenciado por el nivel de stress que sienten las madres. El mayor stress parental, especialmente si involucra una depresión, se asocia con menos actividad física y un mayor índice de masa corporal postparto”, explica Deborah Young-Hyman, de la Universidad de Georgia (Estados Unidos).
Young-Hyman y sus colaboradores hicieron un seguimiento sobre madres primerizas. Analizaron su estado de salud, ánimo y peso antes, durante y después del embarazo, y también tomaron nota de cómo se modificaba la cantidad de actividad física que realizaban. Para analizar su nivel de stress las voluntarias debían calificar afirmaciones como por ejemplo: “Siento que tengo menos tiempo para mi misma” o “Disfruto de ser madre”.
Young-Hyman notó que el sobrepeso postparto se relacionó con un alto índice de masa corporal previo al embarazo, un aumento importante de peso durante la gestación, el stress materno y la vida sedentaria.
La especialista subrayó que las madres con un alto índice de masa corporal muestran más síntomas de depresión, mientras que aquellas con un buen peso hacen más actividad física y no muestran este nivel de tristeza.
Young-Hyman consideró que la falta de stress contribuye a bajar de peso porque se asocia a un menor consumo de alimentos y a más actividad. “A fin de cuentas, el stress parental impacta en el estilo de vida de las madres”, aseguró.
Un hallazgo sorprendente fue que las mujeres con una buena vida social tienen un mayor índice de masa corporal, aún cuando esta actividad siempre a asocia a un mayor bienestar.
