Escalando la cumbre

Juan Pablo II: La radiografía de un personaje de una época y un  hombre de los grandes del siglo.

Estoy celebrando  los logros a favor de la humanidad por el que fue un siervo de Cristo, gran armador de proyectos de paz para todos los que habitan este planeta tierra. Aplaudo su beatificación ya que es una norma de la iglesia católica y los  cientos de millones de fieles de reconocer la labor espiritual de sus representantes ejemplares luego de su fallecimiento. Celebro la aceptación de las importantes y trascendentales jornadas (la de la familia, de la juventud y las comunicaciones sociales).

Karol Wojtyla (Juan Pablo II), nace el 18 de mayo de 1920, en la pequeña ciudad polaca de Wadowice. Un mes mas tarde fue bautizado. Cuando era joven, tuvo que superar la muerte de toda su familia; soportó la dura vida del obrero en una fábrica y estudió en la clandestinidad sin la ayuda de profesores. Así se forjó Juan Pablo II. Después de la enseñanza media matriculó Filología polaca, en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.

Sin embargo, la llegada de la guerra y la ocupación nazi cambiaron sus planes.
 
Con 19 años comenzó a trabajar en una cantera y después, en la fábrica química de Solvay, para ganarse la vida y evitar su deportación a Alemania. Tres años después y mientras seguía trabajando, decidió entrar en un seminario clandestino organizado por el obispo de Cracovia, el cardenal Sapieha. Esta formación, que le sirvió para comprender mejor el mundo, culminó con su ordenación sacerdotal, el 1 de noviembre de 1946, fiesta de todos los santos. Algunos amigos y familiares fueron los únicos testigos de esta ceremonia en la residencia del arzobispo de Cracovia.

"Además de superar el examen, pude constatar que la metafísica, la filosofía cristiana, me daba una nueva visión del mundo, una visión más profunda de la realidad. Anteriormente había hecho sólo estudios humanísticos, de literatura, de lengua. Con la metafísica y con la filosofía encontré la clave para comprender a fondo el mundo".

Karol Wojtyla siguió siendo el de antes, un enamorado de las letras y del teatro. La única diferencia, la que le convirtió en uno de los hombres más queridos de la historia, fue su fe. Su apuesta por Cristo, su amor a cada persona que se acercaba a él y su dedicación a los niños, los jóvenes y los despreciados.

«Cuando la noche nos envuelve debemos reflexionar para no perder el control, debemos creer que la Iglesia renace cada mañana a través de sus santos»
 
El primer país visitado por el carismático pontífice de la iglesia Católica fue República Dominicana, el 25 de enero de 1979, a las 2:00 de la tarde, hora de su llegada  y se marchó hacia Puebla, México, al día siguiente. También nos visito en 1984 y 1992, con motivo del V Centenario de la llegada de los europeos y la evangelización a América.

El 13 de mayo de 1981, sufrió un atentado  en la plaza San Pedro por parte del turco Ali Agca.  Los invito a continuar con las jornadas mundiales de la familia, de las comunicaciones sociales y de la juventud. También a hacer como lo sugiriera: cada uno de nosotros tener nuestro plan de vida y de servicio para mejorar y cambiar los atrasos por adelantos. Es importante ver con detenimiento su influencia  en otras aéreas de grandes acontecimientos ocurridos desde su llegada al Vaticano, hasta su muerte el 2 de abril del 2005.

escalandolacumbre@hotmail.es

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