Ni este año, ni el próximo, bajarán los precios de los productos básicos agrícolas, los cuales “se mantendrán presumiblemente altos y volátiles durante el resto de este año y también en 2012”, según el último análisis publicado en el informe bianual de la La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), quien, además, advierte que “los precios mundiales en niveles obstinadamente altos suponen una amenaza para muchos países de bajos ingresos y con déficit de alimentos”.
O sea, que los países pobres seguimos amenazados y en las vísperas de 2012, las personas sensatas no piensan en el fin del mundo, sino en cómo enfrentar precios que, en 2011, subieron hasta los niveles de la crisis alimentaria de 2007 y 2008.
La FAO habla de comprobar si en los meses que siguen la producción mundial cubrirá las necesidades del consumo y si preguntaran a las familias dominicanas, sin pesimismos posibles- que no es su estilo-, responderían que el diagnóstico se pinta insuficiente para cubrir las demandas.
Otra vez se menciona la necesidad inaplazable de “volver a la tierra”; pero, hacerlo con ganas: y esto significa apoyar con buenas tecnologías y acertados procedimientos a los hombres y mujeres del campo, ya que en lo que se refiere al comercio alimentario internacional, “se espera que la factura global por la importación de alimentos alcance un nuevo récord, con 1,29 billones de dólares”.
Claro que las condiciones meteorológicas serán también decisivas, muchas lluvias, o demasiado escasas perjudican los rendimientos de productos agrícolas.
David Hallam, director de la División de Comercio y Mercados de la FAO, reconoce la tensión con que se esperan los próximos acontecimientos ambientales. Por su parte, el Banco Mundial publica que unas 10 millones de personas están en riesgo de caer en la pobreza y que 44 millones cayeron en ella desde en los últimos meses.
De manera que no figuran muchas noticias satisfactorias en estos tiempos y nosotros, los humildes, seguimos muy amenazados…
