Tegucigalpa.- El gobierno hondureño confirmó la muerte de al menos 23 periodistas durante los últimos tres años, crímenes que en su mayoría quedaron impunes.
Un comunicado del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, señala que la situación se agravó a raíz del golpe de Estado contra el expresidente Manuel Zelaya el 28 de junio del 2009, cuando la libertad de expresión pasó a ser uno de los mayores problemas del país.
«Sólo en el 2010 y en lo que va del 2011, el ejercicio periodístico en Honduras quedó marcado por el asesinato y la impunidad de más de una docena de comunicadores sociales, amenazas y atentados contra periodistas y medios de comunicación», expresa el texto.
Apenas tres de esas muertes han sido aclaradas por la policía, mientras que las otras continúan impunes, subrayó Custodio.
El análisis del Comisionado Nacional explica al respecto que el asesinato de personas, y en especial de comunicadores, forma parte de los problemas no resueltos por la administración del presidente Porfirio Lobo.
La situación descrita ha convertido a Honduras en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, pese a que las autoridades atribuyen los crímenes a la delincuencia común.
A juicio de analistas, negar que detrás de estos asesinatos se esconden motivaciones políticas no contribuye a combatir el problema.