París.- La UNESCO tratará de nuevo mañana qué hacer con el premio que lleva el nombre del presidente guineano, Teodoro Obiang N’Guema, de investigación en ciencias de la vida, decisión retrasada en varias ocasiones por la oposición que genera en la institución.
Creado en 2008 y dotado con 3 millones de dólares por la Fundación Obiang, el premio no ha sido nunca entregado por la polémica suscitada porque el nombre del presidente guineano, acusado de dirigir su país de forma antidemocrática, sea asociado a la UNESCO.
Inicialmente el galardón debía haber sido entregado el pasado viernes, pero la oposición de diferentes países y de la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Irina Bokova, logró retrasarlo.
«No hay un día en el que no reciba, en forma de carta, correo electrónico de parlamentarios, científicos, Gobiernos, ONG o de la sociedad civil, peticiones para retirar este premio», señaló Bokova el pasado viernes para pedir el retraso de la concesión del polémico galardón.
Los países africanos se negaron a que el premio fuera retirado con el argumento de que sus jefes de Estado lo habían respaldado en el transcurso de la reunión de la Unión Africana (UA) en Malabo de julio pasado.
En la reunión se presentó una resolución de compromiso que pretendía mantener el premio en suspenso hasta que exista un consenso en torno al mismo.
Al no haber acuerdo sobre ninguna propuesta, la decisión sobre el premio fue retrasada a mañana.
El «Premio Internacional UNESCO-Obiang Nguema Mbasogo para la Investigación en Ciencias de la Vida», propuesto y financiado por el propio Obiang, cuenta con la oposición de numerosas organizaciones y personalidades.
Los opositores al premio insisten en que la UNESCO no debe vincular su nombre al de un dictador.
El premio se creó para recompensar anualmente a científicos e instituciones estudiosos de las causas y remedios contra los problemas y males que afectan a la salud, amenazan la vida de los seres humanos y ponen en peligro la biodiversidad del planeta, según sus promotores.
Entre los opositores al galardón figuran las organizaciones Transparency International, Human Rights Watch y Sherpa, así como los premios nobel Desmond Tutu y Mario Vargas Llosa.