La Confederación Cafetalera Dominicana, que agrupa a la Federación de Caficultores de la región sur (FEDECARES), la Federación de caficultores y agricultores para el Desarrollo de San Juan de la Maguana (FECADESJ), y a la Unión de Asociaciones cafetaleras de la región Norte (UNACAFEN), llamó la atención de la sociedad dominicana ante la situación de crisis que afecta a la producción cafetalera, la cual afecta a miles de familias que aun viven de ese sector.
Rufino Herrera, vocero de los caficultores, explicó que desde marzo de este año han buscado una cita con el ministro de Agricultura, Salvador- Chio- Jiménez, para tratarle la problemática que atraviesan y hasta el momento ese funcionario no ha tenido tiempo para atenderlos.
“Ocho meses han pasado desde que hicimos la primera solicitud y en ese período lo único que ha ocurrido es que a la agenda de desastres de la caficultura se ha sumado un nuevo brote de la Roya del café ante la que no ha habido la mas mínima respuesta oficial y que ya afecta a la zona alta de Barahona y que se extiende hacia el sur suroeste”, indicó.
Añadió que la primera vez que el país tuvo la Roya se creó un cordón sanitario para evitar su expansión y hoy crece y se extiende ante la mirada inerte de las autoridades.
Sostuvo que durante las dos últimas décadas la caficultura dominicana se ha deteriorado de forma progresiva, de 72 mil productores apena quedamos 50 mil, de una producción en promedio de 1 millón cien mil quintales estamos en menos de 500 mil, de unas exportaciones de 693 mil quintales; estamos en 110 mil, de 79 millones de dólares en la década del 90, estamos en 12 millones. Subrayó que la productividad promedio es de 35 libras por tarea frente a 150 de los productores de Centroamérica. Y ni así nos miran.
Dentro de las propuestas que los caficultores plantearon a las autoridades se encuentran:
1- Iniciar un plan de salvamento de la caficultura que incluya un programa de reparación de los caminos vecinales y de vías de acceso a las zonas productivas.
2- Agilizar el programa de préstamos a los pequeños productores que en el último año no han recibido ni un centavo bajo el pretexto de que se está definiendo una política.
3- Agilizar los préstamos de comercialización de café para garantizar un mínimo de equidad para los productores pequeños.
4- Elaborar un plan de rehabilitación y renovación cafetalera, con un alcance de 500 mil tareas, con una inversión 86 millones de dólares, para producir unos 750 mil quintales y beneficiar 20 mil familias productoras.
5- Rescatar el Consejo Nacional del Café de manera que pueda cumplir con su función de organismo rector de la política cafetalera.
6- Iniciar el pago de los servicios ambientales previstos en la ley general de medio ambiente y “olvidados“ por las autoridades.
