Brasilia.- Los cerca de cuatro millones 600 mil paraenses con derecho al voto están divididos hoy si aceptan o no partir en tres el estado brasileño, que de ser aceptado quedaría fraccionado entre Pará, Carajás y Tapajós.
Aunque encuestas y consultas daban ligera ventaja al NO, varios analistas consideraron que todo puede acontecer en las urnas, pues la campaña por la división ha hecho énfasis en las ventajas que tendrían los habitantes al fraccionar el estado, sobre todo los de los municipios más aislados.
Precisamente, los separatistas concentraron su proselitismo en que el tamaño del estado de Pará, de un millón 240 mil kilómetros cuadrados, dificulta la gestión oficial y limita el desarrollo de las regiones más apartadas de la capital.
Por su lado, los que desean mantener inalterable la geografía actual indican que el fraccionamiento crearía estados deficitarios y nuevos costos a la administración federal.
Pará es uno de los nueve estados amazónicos de Brasil y para el plebiscito el Tribunal Regional Electoral distribuyó 18 mil urnas eletrónicas en 14 mil 281 secciones en los 144 municipios del actual territorio, mientras siete mil uniformados se encargaran de la seguridad, que será reforzada en 16 municipios.
Aprobada hace unos meses en el Congreso Nacional, la propuesta de consulta consulta popular es la primera de 13 iniciativas legales que buscan crear cinco nuevos estados en el gigante suramericano, dividido hoy en 27 territorios: 26 estados y el Distrito Federal.
De acuerdo con la estatal Agencia Brasil, de prosperar el sí en el plebiscito de hoy, el nuevo estado de Pará permanecerá con el 17 por ciento de área actual, dividida en 78 municipios y una población de cuatro millones 600 mil habitantes, con Belém como capital.
Tapajós heredaría la mayor área, con el 58 por ciento de la extensión estadual actual, pero en zona selvática, protegida en unidades de conservación y tierras indígenas, dividido en 27 municipios y una población de un millón 200 mil personas. Asimismo, sería el responsable de la polémica hidroeléctrica de Belo Monte.
Finalmente, Carajás, quedaría con el 35 por ciento del actual estado, dividido en 39 municipios y una población de un millón 500 mil habitantes, más una economía, basada en la extracción de hierro y cobre, y un Producto Interno Bruto de 19 mil 600 millones de reales (casi 11 mil millones de dólares).
Sin embargo, resalta la Agencia Brasil, ese estado nacería con los peores indicadores sociales del país, pues concentra los mayores parámetros de violencia en el campo y de trabajo esclavo. Posiblemente su capital sea Marabá, que encabeza la lista de homicidios entre los municipios con más de 100 mil habitantes.
Ahora solo resta esperar el resultado en la urnas, que de ser favorable tendría que contar aún con la aprobación del Congreso y ser sancionado por la presidenta, Dilma Rousseff.
