Bagdad.- El vicepresidente suní de Irak, Tareq al Hashemi, defendió hoy su inocencia tras la emisión ayer de una orden de detención contra él por supuestos delitos de terrorismo y se mostró dispuesto a comparecer ante la Justicia para demostrarlo.
«Juro que soy inocente y no he cometido ningún pecado contra mi país ni contra ningún ciudadano iraquí», aseguró Al Hashemi en una rueda de prensa desde Erbil, capital del Kurdistán iraquí, transmitida por la televisión Al Bagdadiya.
Para probar su inocencia, Al Hashemi se mostró dispuesto a comparecer ante la Justicia, pero solicitó trasladar el proceso judicial al Kurdistán iraquí porque no volverá a Bagdad hasta que la situación vuelva a la normalidad en su domicilio, cercado por tanques y sin su equipo personal de protección.
«Propongo trasladar el proceso en su totalidad al Gobierno del Kurdistán (iraquí) y que asistan a la investigación y al interrogatorio representantes de la Liga Árabe y de la Unión de Abogados Árabes», instó.
Y es que, según el vicepresidente, la Justicia en su país está politizada y depende del poder Ejecutivo.
Ayer, el portavoz del Ministerio del Interior, general Adel Daham, informó en una rueda de prensa de la orden de detención contra Al Hashemi.
Daham presentó los testimonios de tres detenidos, entre ellos dos agentes de policía, que afirmaron que trabajaban para Al Hashemi, quien supuestamente les había dado instrucciones para llevar a cabo operaciones terroristas aprobadas luego por él mismo.
Según las pruebas presentadas, un coronel detenido dijo haber recibido dinero del vicepresidente tras cometer distintos asesinatos con artefactos explosivos y pistolas con silenciador.
A juicio de Al Hashemi, el objetivo de la orden de arresto es perjudicar su imagen como político y denunció que las circunstancias del caso son «sospechosas» ya que se llevó a cabo un interrogatorio y una investigación en 48 horas sobre unos supuestos crímenes «antiguos y complicados».
Al Hashemi defendió a los oficiales de la policía detenidos que trabajaron para él durante años «con responsabilidad y sin violar en ningún momento la ley» y señaló que el hecho de que la investigación se haya llevado a cabo en tan poco tiempo significa que las declaraciones de los agentes estaban preparadas antes de su arresto.
Asimismo, acusó a «algunos componentes del Gobierno iraquí» de estar relacionados o pertenecer a grupos implicados en ataques con armas con silenciadores o con coches bomba.
«Hay informaciones desveladas por Wikileaks (a ese respecto) y pido al Parlamento iraquí que tome en serio esas informaciones y que las investigue», dijo Al Hashemi.
Además, ¿Por qué se ha callado la Justicia todos estos años y solo se abren estos temas hoy mientras EEUU abandona Irak?, preguntó el vicepresidente, en referencia al repliegue definitivo del Ejército estadounidense que se hizo efectivo el domingo pasado con la marcha de las últimas tropas de este país.
Y criticó las declaraciones del presidente de EEUU, Barack Obama, con motivo de la marcha de sus tropas de Irak
«Me extraña como vicepresidente de la República de Irak que Barack Obama pueda decir que ha dejado Irak como un país democrático con una Justicia independiente», agregó.
«Yo le pregunto al señor Obama como vicepresidente de Irak ¿De qué democracia está hablando señor presidente?», indicó Al Hashemi.
El responsable iraquí reiteró que su posición ante la violencia es conocida y recordó que sus dos hermanos y su hermana fallecieron en actos terroristas y nunca ha pedido un investigación para saber quién les mató ni ha usado su puesto para perseguir a los culpables.
Al Hashemi es uno de los dirigentes del bloque político Al Iraqiya, el segundo más importante del país, que tras la orden de arresto decidió ayer boicotear las reuniones del Gobierno de unidad nacional del primer ministro Nuri al Maliki, donde tiene ocho ministros.
El sábado pasado, Al Iraqiya resolvió suspender su participación en el Parlamento por lo que considera la politización de la Justicia, el incumplimiento de la Constitución y el sectarismo de la fuerzas de seguridad, entre otros.
Es la segunda fuerza en el Parlamento iraquí, con 91 de los 325 escaños de la Asamblea, después de la chií Alianza Nacional, con 159 asientos, que engloba al bloque Estado de Derecho, de Al Maliki, y a la Alianza Nacional Iraquí, del exprimer ministro Ibrahim al Yafari.
Desde hace tiempo, Al Iraqiya, liderada por el exjefe de Gobierno Ayad Alaui, y el Estado de Derecho mantienen discrepancias sobre ministerios relacionados con la seguridad y el Consejo Supremo de Política Estratégica. EFE