Túnez.- El desempleado tunecino que se prendió fuego el pasado jueves en la región minera de Gafsa, en protesta por su situación laboral, falleció ayer como consecuencia de las graves quemaduras que sufrió, confirmó hoy una fuente del Ministerio tunecino de Interior.
El portavoz de Interior, Hicham Meddeb, dijo a Efe que la víctima falleció ayer en un hospital de la capital especializado en graves quemaduras, al que fue trasladada desde la capital de la cuenca minera de Gafsa (sur oeste del país).
Ammar Garsala, de 42 años y padre de tres hijos, se roció de gasolina y se prendió fuego el pasado jueves en la puerta del palacio de la Gobernación provincial coincidiendo con la presencia de tres ministros, que realizaban una visita por la región.
Garsala participaba en una sentada junto a un grupo de jóvenes parados en protesta por la falta de trabajo y de perspectivas laborales en la región.
Según informaron a Efe fuentes sindicales, el grupo de manifestantes pidió ser recibidos por los ministros y tras obtener una negativa por respuesta, Garsala se inmoló.
Ese día, tras conocer los hechos, un grupo de al menos 200 ciudadanos provocaron disturbios y atacaron una comisaria de policía del centro de Gafsa antes de ser dispersados con gases lacrimógenos.
Este acto de protesta coincidió con el cuarto aniversario del inicio en 2008 de una revuelta popular en la cuenca minera de Gafsa que fue reprimido por el régimen del entonces presidente tunecino, el depuesto Zin el Abidin Ben Ali.
Asimismo, tuvo lugar un día después del primer aniversario de la muerte de Mohamed Buazizi, un joven tunecino de 26 años que se quemó a lo bonzo el 17 de diciembre de 2010 en la vecina provincia de Sidi Buzid y cuyo suicidio dio origen a las revueltas populares conocidas como Primavera Árabe y que en Túnez desembocó en la huida de Ben Ali, el pasado 14 de enero.
A pesar de la caída del viejo régimen, en numerosas localidades de Gafsa y Sidi Buzid han continuado las protestas, las sentadas, los cortes de carretera y los enfrentamientos para protestar por la situación económica y social que sufren estas regiones deprimidas del país. EFE