Que viva Vianco, su pluma y su utopía

Sin silla, sin escritorio, sin jefe ni sala de redacción y sin sueldo ni doble sueldo, el “monotemático” Vianco Martínez no ha dejado de soñar en hacer un periodismo que contribuya a mejorar las condiciones de vida de los dominicanos.

Con su pluma aguda, precisa, fuerte y coherente, también sutil, noble y acariciante da lecciones de que para hacer un buen periodismo no hay que pedir permiso. Basta ser honesto y coherente.

Al dueño de la Cordillera, no le importa que su camisa a rayas y su pantalón kaki hayan visitado la casucha del más hambriento de alguna loma que solo él conoce, y que esa misma indumentaria sea reconocida en las actividades de los más encumbrados políticos nacionales e internacionales, porque es un periodista que siempre está en “Play Recording” para llevar al “vianquillo” de los acusados a los que dicen hablar fuera de record.

A ese periodista, lo que sí le importa es tener unas botas fuertes, que seguro adquiere en el mercado binacional, su inconfundible jacket para soportar los días de brisa fresca y algo de dinero para pagar al dueño del burro cuando el vehículo 4×4 en que viaja no puede subir en primera.

El monotemático, Vianco Martínez, ha logrado cambiar en múltiples ocasiones el rumbo de la historia de mucha gente que mal vive en comunidades apartadas y que otros/as prefieren ignorar (para no enlodar sus Louboutin, sus HugoBoss, sus Nine West o Bandolino).

Su más reciente hazaña ha sido, lograr con una o dos cuartillas, que las autoridades asuman la responsabilidad de construir una escuela básica en El Roblito de Padre las Casas en Azua. “Eso es por allá, por la Cordillera Central” Vianco siempre acentúa al contar su vivir.

Compartir mesa con él es un aprendizaje constante. No es mezquino con el conocimiento, respeta, elogia y reconoce el trabajo de sus colegas de todas las generaciones.

Aunque le pese a los/as malditos/as que hacen que las notas de este país sean las peores, aunque le pese al Diablo y a toda su compañía, que viva Vianco, su pluma y su utopía.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *