En su tercer día de vigilia, trabajadores cañeros que demandan el pago de sus pensiones frente al Instituto del Seguro Social (IDSS), amenazaron este miércoles con instalarse en carpas junto a esposas e hijos, a fin de sensibilizar a las autoridades sobre sus reclamos.
Los jornaleros, quienes echaron sus vidas laborando en ingenios del Central Estatal del Azúcar (CEA), se quejan del trato despiadado del cual son objeto y deploraron que una vez que el gobierno se deshizo de esas instalaciones los echó al olvido.
Viejos, cansados y enfermos, después de muchos años de trabajo, los cañeros terminan sin seguros ni pensión, sufriendo de cáncer de próstata, artritis, ceguera, alergias y otras enfermedades propias de las jornadas para las que solían levantarse a las dos de la mañana hasta muy entrada la noche.
“Hemos venidos aquí decenas de veces y siempre nos hacen promesas, pero nada oficial, ni que sea creíble. La ley dice que las pensiones deben otorgarse a los 180 días luego del trabajador ser cesanteado; pero, pasan los años y muchos mueren sin recibirla, porque aquí los pobres no tienen dolientes”, expresó Jesús Núñez, vocero de los cañeros.
