Bucarest.- Unas 1.600 personas -según la emisora Realitatea TV- piden hoy en el centro de Bucarest y otras ciudades de Rumanía la dimisión del Gobierno, en el octavo día de protestas contra las políticas de austeridad y la gestión de la crisis de las autoridades rumanas.
Las protestas son de momento pacíficas, después de que anoche se repitieran en Bucarest los choques del pasado fin de semana entre manifestantes violentos y los gendarmes que garantizan el orden.
La ministra de Turismo, Elena Udrea -una de las más criticadas en las manifestaciones-, ha acusado de «instigación a la violencia» a la oposición, que ayer sacó a la calle en la capital a más de 7.000 personas para exigir elecciones anticipadas.
El primer ministro de centro-derecha, Emil Boc, rechazó dimitir el miércoles, con el argumento de que el país necesita «estabilidad política y económica».
El presidente del país, el antaño popular Traian Basescu, también de centro-derecha, no se ha referido a las protestas desde que éstas comenzaran el pasado día 13.
Unos 450 ciudadanos, según el Ministerio del Interior, piden hoy en Bucarest el fin del «régimen» de Basescu, a quien consideran el principal responsable de la situación.
Los manifestantes critican a Basescu por su «autoritarismo», y consideran al primer ministro Boc una «marioneta» del jefe del Estado.
Las concentraciones podrían crecer con la llegada del fin de semana, a la espera del comienzo el lunes de una sesión extraordinaria del Parlamento que durante dos días tratará la situación social del país y las posibles respuestas a la crisis.
Un grupo de 200 profesores protestaron frente al Ministerio de Educación contra la actitud del Gobierno, que en 2010 recortó en un 25 por ciento todos los salarios públicos, informan medios locales.
Los maestros se han unido a la protesta espontánea de la plaza de la Universidad, a la que ya se dirigen grupos de estudiantes.
La Gendarmería ha desplegado en la plaza fuertes medidas de seguridad para evitar los incidentes como los que se saldaron anoche con más de 50 arrestos.
Decenas de jóvenes violentos, entre ellos numerosos miembros de los grupos ultras de los equipos de fútbol capitalinos, atacaron con piedras y otros objetos contundentes a los gendarmes.
Como ya ocurrió el fin de semana, los agentes respondieron con gases lacrimógenos y cargaron contra la turba para dispersarla.
Según informaciones de la Fiscalía, se han abierto 32 causas penales, en las que son investigados decenas de manifestantes.
Otros cuatro procesos penales abiertos investigan la supuesta actuación abusiva de varios gendarmes.
La octava jornada de protestas se produce en Rumanía a sólo cinco días de la visita de una delegación de evaluación del Fondo Monetario Internacional, con el que Bucarest ha firmado dos acuerdos crediticios desde 2009.
Para cumplir sus compromisos con la institución, Bucarest ha rebajado en un 25 por ciento el sueldo de los funcionarios, ha recortado buena parte de las ayudas sociales y subido el IVA del 19 al 24 por ciento, en una de las políticas de austeridad más severas de Europa.
La dureza de las medidas ha motivado la caída del nivel de vida en Rumanía, que es junto a Bulgaria el país más pobre de la Unión Europea.EFE