La Paz.- Las lluvias torrenciales provocadas por el fenómeno climático de La Niña fueron las grandes protagonistas de la semana en Bolivia al contabilizar hasta este sábado más de 12 mil familias damnificadas.
Desde la semana anterior comenzaron los aguaceros fuertes, pero a medida que transcurrieron los días, la cifra de damnificados, las viviendas destruidas y pérdidas en la agricultura crecían aceleradamente.
Las lluvias provocaron la crecida de la mayoría de los ríos, algunos con efectos tan dañinos como el Acre, que destruyó poblaciones y sembradíos en el amazónico departamento de Pando.
Riadas gigantescas y deslizamientos agravaron la situación en la mayoría de los departamentos del país, en tanto especialistas del Centro de Pronósticos advertían que las lluvias continuarían por unos días más, aunque alertaban que La Niña perdía fuerza.
La situación más difícil la vivieron los habitantes de Pando, sobre todo los de las poblaciones de Bolpebra y San Miguel y de varios barrios de Cobija, capital departamental.
El Acre aumentó el nivel de sus aguas hasta ocho metros y arrasó con lo que encontró a su paso, sobre todo con la fronteriza Bolpebra, la cual devastó en apenas unas horas.
La Defensa Civil envió con urgencia ayuda a los afectados, pero a comienzos de semana solo un avión Hércules de la Fuerza Aérea pudo llegar con alimentos, medicinas, frazadas y colchones.
Los caminos se volvieron intransitables y solo después de grandes esfuerzos, otras aeronaves consiguieron aterrizar en la región para socorrer a las víctimas de las aguas.
En el resto del país se vivieron situaciones similares y la mayoría de los ríos sobrepasó su cauce normal, lo cual creó una situación muy tensa para la Defensa Civil, cuya prioridad, en todo momento, fue preservar vidas humanas.
Mientras, el Gobierno aseguró que contaba con los víveres necesarios para ayudar a los damnificados, además de los fondos de contingencia para contrarrestar los efectos de las lluvias.
El Gabinete Ministerial declaró el estado de emergencia, lo cual fue imitado por varios gobiernos departamentales.
El último parte de la Defensa Civil, emitido la víspera, cifraba en casi 12 mil 500 las familias afectadas en sus viviendas o en sus cultivos.
Mientras, el ministro de Economía, Luis Arce, aseguraba que las zonas principales productoras del país no sufrieron grandes afectaciones, un motivo para no temer un alza en los precios de los productos fundamentales.
