En la República Dominicana no hay espacio para los homosexuales en ningún estamento social, situación que se manifiesta de tal manera en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, donde a pesar de que la Constitución de la República, las leyes orgánicas de los institutos castrenses y de la uniformada no lo prohíben, en la práctica no son aceptadas: “Desde que notan la presencia de un gay, le hacen un expediente y lo retiran de las filas”, confesó una fuente que pidió no ser identificada.
Ni el estilo de vida moderna, tampoco las legislaciones a favor de las minorías, ni los masivos medios de comunicación que crean conciencia, han podido evitar el rechazo a este segmento poblacional.
Mientras que en las aulas estudiantiles y en el sector laboral, privado y público, son aceptados y sin represalias; pero, los compañeros le observan todavía con reserva y son objetos de burlas en muchos casos.
Aun así y ante tales condiciones la comunidad gay ha abierto una lucha por sus derechos en la sociedad pues buscan ser aceptados. Se ha observado en los últimos años movimientos en países de habla hispana, donde exigen sus derechos, que en muchos casos han logrado. Es el caso de Argentina y México.
Lo más que se ha logrado en República Dominicana es la celebración de concentraciones y días festivos de dicha comunidad, que deviene protestas por la equidad.
Matrimonios gay
La Constitución dominicana define el matrimonio como acto jurídico y celebración de un evento solemne entre un hombre y una mujer, con el propósito de crear una unidad de vida entre ellos.
En Estados Unidos, la ley castrense provocó durante 18 años que 13 mil 500 soldados fueron expulsados por tener inclinación al sexo opuesto. Por ese hecho el Pentágono perdió activos muy valiosos y entre 2004 y 2009, años cruciales para las guerras de Irak y Afganistán, se privó de 59 soldados que hablaban árabe y cinco que dominaban el farsi (una de las lenguas afganas) a causa de esa norma.
En la actualidad las uniones para las parejas del mismo sexo en los Estados Unidos están legalmente reconocidas en algunos estados y municipios en diversas formas. Sin embargo, ninguna de estas relaciones es reconocida por el gobierno federal.
Los países en los cuales el matrimonio entre homosexuales es legal son: Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia y Argentina.
En América Latina se acepta en dos jurisdicciones de México: D.F. y Quintana Roo. En República Dominicana todavía es evidente la resistencia social al reconocimiento de la libre manifestación de los homosexuales.
Uno de los que siempre ha expresado su rechazo a todo lo que está relacionado con la comunidad gay es el arzobispo de Santo Domingo, cardenal Nicolás de Jesús López. Por su parte, Leonardo Sánchez, director de una comunidad Gay, dice que su posición es la de lograr la inserción social, que incluye su solicitud al matrimonio entre personas de igual sexo, como en otros países.
En ese sentido, el representante de los gay advierte que ni la iglesia, ni otros sectores externos podrán detener a los movimientos de ese género, puesto que asegura que continuarán realizando diversas actividades a fin de lograr la aprobación de una ley en el país.
Expertos opinan
La condición de homosexualidad se mantiene en el limbo en las instituciones del Estado dominicano, ya que si bien es cierto que no existe una prohibición sobre el tema, tampoco se acepta abiertamente.
Para el sociólogo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Edmundo Moreno, toda persona por el hecho de ser ciudadano y formar parte de la sociedad tiene los derechos que le corresponde en la Constitución y su preferencia sexual no debe ser una limitante, ni dar lugar a cualquier tipo de reprimenda para ocupar cualquier función en la sociedad.
“No soy partidario de ningún tipo de distinción, para eso hay lo que se llama evaluación del desempeño en todas las instituciones y si el individuo no demuestra capacidad o disciplina, simplemente se evalúa y se toma una decisión, pero no con censura previa”, afirmó.
De su lado, Pastor de la Rosa, también sociólogo de la UASD, recordó que de acuerdo a los derechos humanos no debe existir discriminación por preferencia sexual, raza o tipo.
Señala que los homosexuales, como cualquier otro sector de la población, tienen derecho a ejercer todas las labores que como ser humano le corresponde. Para el experto en sociología, la Carta Magna dominicana debería contemplar ese tema y dijo que por el hecho de no tocarlo, éste sigue en un limbo jurídico.
El profesor de sicología Noel de la Rosa considera que el desconocimiento sobre el tema induce a que gran parte de la población sienta rechazo hacia las relaciones de personas del mismo sexo.
A juicio del profesional la cantidad de homosexuales existentes en el país es mayor de la que se piensa y considera que su rechazo es el mayor problema: “puesto que el individuo empieza rechazándose a sí mismo, lo cual ha provocado muchos suicidios en quienes cuentan con esa condición, debido a que han descubierto que su preferencia no está en lo que define la sociedad, sino que rompe con los esquemas”.
Sostuvo finalmente que el mal manejo del tema constituye el principal problema y tiene un impacto negativo: “Todos los seres humanos merecen un espacio en la sociedad, porque el planeta tierra no es exclusivo de aquellos que tienen determinado valores. No se debe refutar a aquel que ha decidido por alguna causa biológica o personal tener sexo con una persona de su mismo género”.
