El Cairo.- Al menos 12 egipcios resultaron heridos este sábado por reyertas entre simpatizantes y detractores del expresidente Hosni Mubarak, a quien testigos aseguraron ver lloroso mientras rechazaba ingresar en prisión tras ser condenado a cadena perpetua.
Los enfrentamientos se desataron en las afueras de la Academia de Policía de El Cairo, que sirvió de sede al juicio iniciado contra Mubarak el 3 de agosto de 2011 y que concluyó este sábado con un veredicto considerado histórico, sobre todo por quienes lo aplaudieron.
Pese al significativo despliegue de policías y militares -unos 20 mil según fuentes oficiales-, fueron inevitables los disturbios entre partidarios y opositores que se lanzaron objetos, llegaron al forcejeo cuerpo a cuerpo y tuvieron que ser separados por agentes antimotines.
Los ciudadanos solidarios con las familias de los fallecidos por la represión del anterior gobierno saltaron de júbilo, aunque hubo quienes también mostraron frustración porque esperaban como castigo la pena capital solicitada por la Fiscalía.
En cambio, los seguidores del exjefe de Estado mostraron su desacuerdo con el fallo y arremetieron contra sus adversarios, al tiempo que exigían «limpiar» el Poder Judicial, causando 12 lesionados, según la agencia oficial de noticias MENA.
El antiguo «raís» egipcio fue hallado culpable de asesinato e intento de asesinato durante las protestas populares de enero del año pasado y que forzaron su renuncia, pero quedó absuelto de los cargos de corrupción y enriquecimiento ilícito por los que fue juzgado.
Postrado en una camilla dentro de la jaula que suelen ocupar los acusados en Egipto y con gafas para el sol, el exmandatario mostró mucha parsimonia al escuchar el veredicto.
La sentencia leída por el juez Ahmed Refaat también dictó prisión de por vida para el exministro del Interior Habib El-Adli por el mismo delito, pero exoneró a todos los procesados, incluidos los dos hijos de Mubarak, Gamal y Alaa, de corrupción y enriquecimiento ilícito.
Esos cargos prescribieron, apuntó Refaat, que también absolvió a los seis generales imputados por ordenar disparar contra los manifestantes y provocar la muerte de al menos 840 activistas en sólo i8 días.
Sin embargo, la Fiscalía General de Egipto ordenó que Gamal y Alaa Mubarak continúen en prisión porque tienen pendiente un juicio por enriquecimiento ilícito con una transacción con un banco, e igual suerte correrá, de momento, el exjefe de la seguridad del Estado.
Mubarak fue transferido del Centro Médico Internacional donde estaba recluido y convaleciente a una prisión, el mismo régimen que han tenido sus dos hijos y el exministro del Interior Habib El-Adli.
Testigos comentaron a medios noticiosos en esta capital que el exmandatario se resistió a salir del helicóptero que lo trasladó a la cárcel de Tora y, pese a usar gafas oscuras, «se le vio llorando», por lo que los guardias necesitaron convencerlo para descender.
La defensa de Mubarak valoró de «desproporcionada» la sentencia y ya anunció que la recurrirá para tratar de exculpar al expolítico de 84 años de edad, el primer líder árabe condenado, en presencia, tras las revueltas populares iniciadas hace más de un año.
