La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi recibió este sábado en Oslo el Premio Nobel de la Paz que le había sido otorgado en 1991.
Tras pasar 24 años en cautiverio en su país, Suu Kyi pudo finalmente recibir el premio, que dijo, la devolvió a la realidad.
«Me hizo real de nuevo, me devolvió al resto de la humanidad. Y lo más importante, atrajo la atención del mundo a la lucha democrática en Birmania. No nos olvidarían», afirmó.
En 1991, Suu Kyi permanecía bajo arresto domiciliario.
