Damasco.- La posición de Siria tras las propuestas aprobadas por el llamado Grupo de Acción se mantiene este domingo inalterable, a juzgar por la ausencia de una reacción oficial sobre la reunión de este sábado en Ginebra.
La agencia siria de noticias SANA mantiene hoy en portada las declaraciones del presidente Bashar al-Assad en las que subraya que su país rechaza cualquiera exigencia de solución a la crisis proveniente desde el extranjero, independientemente, puntualiza, de su contenido.
Nosotros, en Siria, no aceptamos ningún modelo que no sea sirio y nacional, con independencia de que sea impuesto por las superpotencias o propuestas por los países amigos, sostuvo el mandatario en una entrevista concedida al canal 4 de la televisión iraní.
En esas declaraciones, el gobernante fue categórico cuando dijo que nadie sabe cómo resolver el problema en Siria, a no ser los propios sirios, así que cualquier modelo que venga desde afuera es inaceptable, independientemente de su contenido.
Esa es en esencia la opinión de ciudadanos consultados por Prensa Latina que reiteran que todo arreglo de la situación debe ser promovido y alcanzado en el país.
Además, SANA y otros medios locales destacan declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, quien se refirió al acuerdo de apoyar el plan de Kofi Annan, enviado especial de la ONU para Siria, de ponerlo en práctica y que los sirios se sienten a la mesa del dialogo.
O sea, que el proceso de dialogo nacional es entre los sirios mismos y no hay precondiciones ni dictados.
Lavrov, durante declaraciones a medios de prensa, tocó uno de los puntos neurálgicos de la situacion cuando aseveró que los grupos armados opositores y las partes que los patrocinan provocan al gobierno sirio y a sus tropas y se empeñan en intensificar la violencia.
Afirmó que el gobierno sirio aceptó el plan de Annan y lo ha respetado, pero los grupos armados no lo hacen y reciben más apoyo de las partes externas.
Mientras, Annan expresó que es el pueblo quien debe decidir la solución y el futuro de su país y que eso requiere un ambiente adecuado y el desmantelamiento de los grupos armados, algo que pudiera ser tema de conversación en una anunciada visita a Damasco, cuya fecha no adelantó.
Este viaje del funcionario internacional no sería nunca antes de la aprobación por parte del Consejo de Seguridad de los acuerdos logrados en Ginebra.
Sobre esto se pronostica un arduo debate, pues pese a un supuesto avance en la ciudad suiza, difícilmente todos, en especial China y Rusia, aceptarían las presiones occidentales para que al-Assad abandone el gobierno, algo que, para los sirios, no se consumará.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, insistió en este mensaje que tratan de posicionar Washington y sus aliados desde el inicio de la crisis, diciendo que los días del presidente de Siria «están contados».
Por otra parte, muchos sectores aquí rechazan la conformación de un gobierno de transición impuesto al país, aunque en cierta medida mantienen su apoyo al plan de seis puntos de la ONU y la Liga Árabe.
Al respecto manifestaron criticas a algunas declaraciones parcializadas de Annan cuando expresó que «dudaría que los sirios que han luchado tan sólidamente por su independencia vayan a elegir a gente con sangre en las manos para formar un nuevo gobierno», al referirse a las autoridades de Damasco.
Fuentes consultadas por este corresponsal consideran lamentable estas declaraciones y ponen en el banquillo de los acusados a las potencias occidentales, las bandas armadas calificadas por ellos de terroristas, y a otros actores externos que se inclinaron e inclinan por la violencia para destruir la unidad del pueblo sirio.
Entre los aspectos más destacados en este medio, está la posición de China y Rusia de que sean los sirios los que decidan si habrá un plan de transición y que no se imponga desde el exterior.
El silencio de Damasco, según observadores en el país, evidencia la clara determinación del gobierno de mantener su rechazo a la injerencia externa y seguir presionando para el cese de la violencia y la búsqueda de un arreglo hecho entre sirios.
