París.- El expresidente del Consejo italiano, Silvio Berlusconi, aseguró que siempre ha considerado que si uno o varios países abandonan la moneda único la eurozona se desintegrará, y que en su partido están convencidos de que salir del euro sería «un desastre».
Berlusconi, que en una entrevista publicada hoy en el diario francés «Libération», indicó que todavía no ha decidido si se presentará a las elecciones generales de 2013, negó una frase que se le ha atribuido en la que quitaba importancia a una salida del euro.
«Nunca he utilizado esa expresión. Al contrario, siempre he afirmado que la salida del euro de uno o varios países supondría la desintegración de la zona euro», señaló.
Reconoció que el posible abandono de la moneda única había sido utilizado por algunos miembros de su partido conservador, el Pueblo de la Libertad (PDL), pero solo «de manera táctica, para cambiar la posición alemana».
«Frente a la intransigencia sobre la disciplina presupuestaria y el rigor, que son objetivos importantes e insuficientes, si no se toman medidas para el crecimiento, terminará por plantearse inevitablemente el problema de una salida del euro, al menos para salvar la fuerza productiva de nuestro país», admitió haber dicho.
El anterior jefe del Gobierno italiano lamentó que la «unión política» que habría sido necesaria junto a la moneda única no haya cuajado y criticó la oposición que tuvo en Francia y Alemania algunas de sus propuestas, como la creación de una fuerza militar común o el nombramiento del ex primer ministro británico, el laborista Tony Blair, como presidente del Consejo Europeo.
«Siempre he soñado con los ‘Estados Unidos de Europa’. Estoy personalmente a favor de la elección directa de un presidente de la UE y del reforzamiento de los poderes del Parlamento Europeo», precisó.
Preguntado sobre si hubo una acción concertada de París y Berlín para apartarlo del poder, respondió que no lo sabe, pero que no cree que fuera así.
Berlusconi no fue claro sobre sus intenciones de volver a la primera línea política, pero señaló que su «partido, empezando por los diputados», le piden «que vuelva para sacar partido» de su popularidad en la campaña electoral. «No he decidido todavía, pero lo seguro es que siempre he estado al servicio de mi país», añadió.
Su salida de la jefatura del Ejecutivo la interpretó como un sacrificio por el bien del país: «Di un paso atrás por sentido de la responsabilidad. He sido el único presidente del Consejo de la historia que dimite cuando todavía tenía la mayoría en las dos cámaras y sin haber sufrido un voto de castigo».
«Lo hice para que surgiera un Gobierno de técnicos con apoyo de la mayoría y de la oposición que pueda cambiar la estructura del Estado y hacer de Italia un país gobernable, como Francia», sentenció. EFE