El yoga podría mejorar la calidad de vida de pacientes con asma

Un nuevo estudio sugiere que la práctica de yoga puede mejorar la calidad de vida de las mujeres con asma
 
Las técnicas del yoga utilizan la gravedad, el apalancamiento y la tensión mientras se mantienen poses o posturas durante distintos períodos. Los textos antiguos describen el uso de la respiración rápida (kapalabhati) para la limpieza y como estimulante mientras describen la respiración lenta (nadisuddhi) -particularmente si se alternan las fosas nasales- como calmante.
 
Se han realizado muchos estudios científicos sobre el yoga. Estos estudios sugieren varias teorías psicológicas y físicas. Investigaciones en humanos han demostrado que el yoga reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial, aumenta el tiempo de retención de la respiración y la capacidad pulmonar, mejora la relajación muscular y la composición corporal, causa pérdida de peso y aumenta la resistencia física en general.
 
El yoga puede influir positivamente en los niveles de sustancias químicas del cerebro o de la sangre, como las monoaminas, la melatonina, las hormonas del estrés (cortisol) y el GABA (ácido gamma-aminobutírico). Además, la investigación en humanos describe cambios en varias funciones mentales, incluyendo la percepción, la atención, la cognición, el procesamiento de la información sensorial y la percepción visual.

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