Ante el paso inminente por la costa sur de la República Dominicana de la tormenta tropical Isaac, miles de familias abarrotaron los mercados, supermercados y colmados para abastecerse de provisiones alimenticias y materiales gastables en caso de emergencia.
Durante las primeras horas de la mañana de este viernes fue normal el tránsito de vehículos y de personas desplazándose por las principales avenidas de la ciudad de Santo Domingo, así como el funcionamiento de las distintas instituciones estatales y privadas, con excepción de la docencia en las escuelas y colegios.
Ramona Taveras, residente en el sector Los Tres Brazos, manifestó que las medidas de precaución asumidas en su casa, fueron las de revisar las planchas de zinc y la compra de víveres en caso de que el país sea afectado por el fenómeno atmosférico.
En tanto que Carmen Donald, quien habita en el sector Lotes y Servicios de Sabana Perdida en Santo Domingo Norte, señaló que en la comunidad los vecinos cercenaron las ramas de los árboles que pudieran presentar algún tipo de peligro al sistema eléctrico.
“Algo que siempre ocurre en situaciones como ésta es que la mayoría de la familias en la localidad se proveen de racionamientos como: arroz, víveres, productos enlatados, así como otros utensilios en caso de corte de energía eléctrica”, puntualizó Donald.
De igual forma, la señora Rita Alcántara, en la barriada de Cristo Rey, de la capital, precisó que desde este jueves adquirió en el mercado público de la comunidad los alimentos necesarios en caso que la tormenta afectara de manera considerable.
No obstante, indicó que cada año la población dominicana tiene que vivir con la misma incertidumbre, debido a la ubicación geográfica del país que le mantiene bajo las amenazas de la naturaleza.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE), informó que lo peor con Isaac no ha pasado, e instó a la población a mantenerse alerta ante las lluvias que continuarán en todo el litoral sur de la República Dominicana.
El organismo de socorro advirtió que caerán unos 275 milímetros de lluvias, lo que producirá la saturación de los suelos y podría causar inundaciones en zonas vulnerables.
