Washington.- El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunirá hoy con los líderes del Congreso a fin de buscar un punto de encuentro respecto a las negociaciones para evitar la inminente caída del país en un abismo fiscal.
Con estas difíciles líneas de batalla, Obama concentrará este viernes a los cuatro máximos líderes del Congreso por primera vez desde la elección del pasado 6 de noviembre.
Al encuentro asistirán los jefes de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, y el de la minoría republicana en la propia instancia, Mitch McConnell.
Mientras que por la Cámara de Representantes irán su presidente, el republicano John Boehner, y la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi.
«Vamos a ir a la mesa con buena fe y queremos que algo suceda», dijo Pelosi, quien el miércoles anunció que continuaría otros dos años en su cargo en el Capitolio.
La representante por California señaló que «si nada ocurre (en la negociaciones), las consecuencias serán grandes».
Reportes de la cadena televisiva CNN se refieren a que ocurre una «batalla en Washington respecto al precipicio fiscal».
Aunque todavía no hay nada en claro, es evidente que deberá llegarse a un acuerdo o de lo contrario el venidero 1 de enero ocurrirá un incremento de impuestos y un recorte de gastos por alrededor de 600 mil millones de dólares.
Ante la incertidumbre sobre el tema, los expertos recortaron este mes las expectativas de crecimiento de Estados Unidos para el 2013.
En su primera conferencia de prensa el pasado miércoles después de ser reelecto, Obama confió en que el Congreso llegará a un pacto para impedir la caída del país en un abismo fiscal.
El gobernante pretende que el Congreso prorrogue los recortes tributarios que vencen a fin de año, pero solo para individuos y negocios que perciben ingresos anuales de hasta 250 mil dólares.
Tales reducciones fueron instituidas en 2001 y 2003 durante el mandato del republicano George W. Bush, con el propósito de incentivar el consumo.
Una encuesta Gallup divulgada la víspera reveló que la mayoría de los estadounidenses aspira a que Obama centre su segundo mandato en la recuperación de la economía y el mercado laboral.
