La patria de las Mirabal exalta valor de heroínas

A 52 años del crimen horrendo del tirano Rafael Leónidas Trujillo, quien mandó asesinar a garrotazos a tres mujeres que le hacían oposición (Minerva, María Teresa y Patria Mirabal), la nación dominicana rinde tributo a sus heroínas.

La fecha del asesinato, perpetrado el 25 de noviembre de 1960, posibilitó a la Asamblea General de la ONU adoptar en 1999 la Resolución 54-134, que instituye ese día como Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

En un país que este año se anticipa con resultados terribles en materia de feminicidios (163 a la fecha), los esfuerzos por detener la violencia de género no alcanzan todavía suficientemente a jueces, policías ni al personal de salud, que se hace de la vista gorda con las agredidas llegadas a las emergencias.

Tampoco las autoridades de otras áreas oficiales parecen tomarse el grave problema en serio y representantes del Foro Feminista, así como la sociedad en general, se han movilizado en el país y aseguran estar en “alerta roja” ante la aprobación, en segunda lectura, en la Cámara de Diputados, de la reforma del Código Penal, que busca eliminar la sanción a la violencia de género en franca violación a la Ley 24 -97.

Tampoco los medios de comunicación dan prioridad, de la manera necesaria, al tratamiento de la epidemia de violencia que envuelve a toda la sociedad, donde se producen asesinatos extrajudiciales por parte de la policía y enfrentamientos entre pandilleros, una parte narcotraficantes.

La personalidad y las luchas de la valiosísima lideresa que fue Minerva Mirabal, figura principal en el surgimiento del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, que aportó numerosos mártires a la lucha contra Trujillo entre 1930 y 1961, debe continuar en la mira de todos y todas.

Hay que cuidar la democracia

La frase corresponde a Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y ahora Secretaria General Adjunta de la ONU y primera figura de la creada agencia ONU MUJER, en un discurso pronunciado luego de su investidura como doctora Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Aunque fueron pocas sus actividades en esta ciudad, Bachelet pronunció tres discursos que podrían ser interpretados como alusivos a situaciones concretas que vive República Dominicana. Uno fue el de UASD y los otros, al ser condecorada con una orden estatal por el entonces Presidente de la República Leonel Fernández, y con un pergamino por la Cámara de Diputados del Congreso.

En la Universidad, Bachelet dijo que los pueblos tienen que conocer su historia para que no se repitan dictaduras como la de Rafael Leónidas Trujillo: «Hay que estar alerta, la democracia hay que cuidarla», subrayó.

La directora de ONU Mujer recibió en el Congreso el pasador de una mariposa de manos de la diputada Minou Tabares Mirabal, hija de Minerva, y Magda Rodríguez, presidenta de la Comisión de Equidad Género del Congreso.

Actividades luctuosas y religiosas por el 52 aniversario del asesinato de las tres hermanas, tienen lugar y cientos de personas recuerdan a las muchachas que iniciaron el regreso a sus casas, después de visitar a los esposos presos de Minerva y de María Teresa- hasta el paraje de La Cumbre, donde Trujillo tenía una residencia veraniega, en la carretera que conecta con Salcedo, el sitio de residencia de la familia.

Allí las interceptaron los verdugos, quienes las arrastraron a los cañaverales, como también al chofer, Rufino de la Cruz, para asesinarles a garrotazos.

Por la tarde, se habían despedido de sus esposos de una manera muy emotiva, como lo ha descrito Leandro Guzmán, viudo de María Teresa: «las muchachas se veían radiantes, lindísimas. María Teresa, en particular, ese día…lucía… ese día… Aquella noche fue de luna llena, espléndida, refulgente».

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