El Presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, se quedó corto en su discurso de rendición de cuentas por los primeros cien días de su Gobierno, pues no trató los temas del déficit fiscal, el problema eléctrico, la firma con el Fondo Monetario Internacional y el castigo a la corrupción administrativa.
Lo que sí reiteró Medina fue el sacrificio que debe asumir la población, aunque temporalmente, por los efectos negativos acarreados por la reforma fiscal. El mandatario indicó que los jóvenes que protestan tienen derecho a desconfiar en los políticos dominicanos; empero, les pidió paciencia.
El jefe de Estado entiende que la reforma fiscal es justa, porque hará que paguen los que más tienen; evitará la evasión y el contrabando y coadyuvará a cumplir con las metas de desarrollo de la República Dominicana.
En su discurso con motivo a los primeros cien días de su gestión, el cual duró 25 minutos, Medina indicó que tiene un plan, el cual iniciará en enero próximo, para sacar el sector de La Barquita de la miseria en que se encuentra sumergida; pero, no especificó en qué consiste.
Con la sencillez que lo caracteriza, el presidente dominicano afirmó que destituirá a todos los funcionarios que no cumplan con el Código de Ética; cumplirá con el 4% del PIB para la Educación y valoró el plan de reforma policial, de seguridad ciudadana y la implementación del sistema de emergencias 911.
Además, el mandatario anunció que para el año entrante incorporarán 45,000 nuevas familias al programa Progresando con Solidaridad, que busca de sacar de la pobreza extrema más de 800,000 núcleos sociales.
Habló también el plan Quisqueya sin Miseria, el cual tiene el propósito de superar el enfoque asistencialista en las políticas sociales y avanzar hacia un nuevo modelo, que permita a las personas desarrollar sus capacidades y romper el círculo de la pobreza y la exclusión.
Medina insistió en que su proyecto de Gobierno tiene dentro de sus metas crear 400,000 empleos, por lo que en los primeros 100 días de mandato se ha enfocado en impulsar el sector agropecuario, el fomento a las inversiones y las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).
El Presidente convocó la primera semana de diciembre a los sectores de la construcción y financieros para «poner manos a la obra» e implementar la Ley 189-11, de Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso y darle un impulso sin precedentes a la construcción de viviendas para las clases medias y populares, cuyas unidades no excedan los 2 millones de pesos.
