Sebastian Vettel, Tricampeón Mundial

¿Qué tienen en común apellidos como Stewart, Lauda o Senna? Para cualquier aficionado a la Fórmula 1 la respuesta a esta pregunta es obvia: todos ellos pertenecen a pilotos que conquistaron el Campeonato Mundial en tres ocasiones. A este exclusivo club ha ingresado el domingo pasado Sebastian Vettel, quien además lo ha hecho con apenas 25 años, lo que lo convierte en el tricampeón de Fórmula 1 más joven de la historia.
 
La ruta de Sebastian Vettel hacia su tercer campeonato ha sido vertiginosa, aunque no siempre fácil. En dos de tres conquistas Seb debió llegar a la última prueba del Mundial para amarrar el título y en su primer campeonato debió remontar una desventaja de 15 puntos en la carrera final. Pero vamos por partes.
 
2010. Un campeón improbable
 
Ya en 2009 Sebastian Vettel había tenido una oportunidad legítima de convertirse en Campeón del Mundo, quedando a solo 11 puntos de Jenson Button. Con un año de experiencia en Red Bull, se anticipaba que para 2010 el joven alemán estaría en la pelea por el campeonato del mundo desde el inicio, pero en realidad no fue así. Vettel tuvo un primer tercio de temporada francamente decepcionante, con apenas una victoria y dos abandonos en las siete primeras pruebas de ese año. Pasado el Gran Premio de Turquía, Vettel marchaba quinto en el clasificador del Mundial, a 15 unidades de un Webber que se estaba convirtiendo en la revelación del campeonato. La mala racha de Seb no terminó en Turquía y después de la décimo quinta carrera del año (Singapur) apenas había conseguido dos victorias. En ese punto, tanto Alonso como Webber acumulaban cuatro primeros lugares cada uno y Lewis Hamilton tres. Estos tres pilotos marchaban por delante de Seb en el clasificador y el alemán ya se había rezagado a 21 puntos del líder (de nuevo, Webber).
 
Con solo cuatro carreras por disputarse, Sebastian necesitaba un cierre de temporada espectacular para regresar a la lucha por el título y justamente eso es lo terminaría haciendo. En el Gran Premio de Japón, Vettel conseguía su primera victoria en más de tres meses, lo que reavivaba sus esperanzas. En la siguiente carrera (Corea) perecía que todo se terminaba para el alemán, ya que debía abandonar con problemas de motor. Afortunadamente para Seb, Webber también había abandonado la carrera, por lo que no le perdía pisada al australiano, aunque ahora Fernando Alonso tomaba el control del mundial, con 25 puntos de ventaja sobre Seb.
 
Con solo dos pruebas para recortar 25 unidades, no había más margen para Seb. Conseguir el campeonato ya no estaba solo en sus manos, ya que a Alonso le bastaba terminar en el podio en Brasil y Abu Dabi para ser campeón independientemente de lo que hiciera Vettel. En la carrera sudamericana Vettel conseguía la victoria, pero Webber y Alonso llegaban segundo y tercero respectivamente. Así, el mundial llegaba a Abu Dabi con un Alonso que le llevaba 8 puntos a Webber y 15 a Vettel. Sebastian haría su tarea y terminaría primero, obligando a Alonso a terminar al menos quinto para ganar el título. Increíblemente, Alonso -quien no se había bajado del podio en las cinco carreras anteriores- terminó séptimo esa prueba. Webber terminaba un puesto por detrás del español y así Vettel obtenía el título por solo cuatro unidades. Sebastian, quien no había detentado el liderato del mundial en ningún otro momento en el año, se convertía así en el Campeón de F1 más joven de la historia.
 
2011. Aplastante superioridad
Vettel había tenido que luchar hasta el extremo para conseguir su primer campeonato, pero su segundo lo obtendría con una facilidad que hizo recordar las épocas de dominio de la dupla Schumacher-Ferrari de principios de siglo. Todo comenzó con un extraordinario RB7, coche en el que el concepto de los escapes soplados (trabajado por Adrian Newey desde 2009) había alcanzado su máximo desarrollo.
 
En las hábiles manos de Sebastian, el Red Bull del año pasado simplemente no tuvo rival y para la novena carrera de ese año (el Gran Premio de la Gran Bretaña), Vettel había consiguió seis primeros lugares y tres segundos –además de siete poles- y ya acumulaba una ventaja de 80 puntos sobre el segundo lugar. El bicampeonato de Vettel era un hecho. La formalidad de oficializar el campeonato se cubriría tres meses y medio después, en el Gran Premio de Japón, en el que con un tercer lugar Sebastian se convertía en bicampeón, agregando un nuevo record de precocidad a su ya larga lista. Vettel no levantaría el pie del acelerador y en las cuatro carreras restantes conseguiría dos victorias más, para terminar el campeonato con una grosera ventaja de 122 puntos sobre el segundo lugar (Jenson Button), además de conseguir 11 victorias y 15 poles, record absoluto para una sola temporada.

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