Bruselas.- Los ministros del Exterior de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), analizaron este miércoles el financiamiento del ejército de Afganistán y la retirada de las fuerzas aliadas de ese país asiático.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, advirtió que la salida de las tropas de ese bloque y la de otras 22 naciones que participan en la Fuerza Internacional para la Asistencia a la Seguridad en Afganistán será flexible y acorde a la situación en el terreno.
La alianza atlántica enfrenta una dura resistencia de grupos armados, en su mayoría talibanes, que rechazan la presencia de fuerzas extranjeras, introducidas en el empobrecido estado asiático, tras la agresión estadounidense, en octubre de 2001.
Rasmussen dejó entrever que no todas las naciones de la OTAN se apresuran en salir de Afganistán, como si lo hizo ya Francia, que dio por concluida su misión, aunque aún mantiene allí uniformados en otro tipo de actividades.
El dirigente de la alianza atlántica se refirió al llamado de Estados Unidos a ampliar la geografía de los aportes para financiar la formación de las fuerzas armadas del citado estado asiático que deben acercarse a unos 352 mil hombres, antes de que a finales de 2014 asuman los asuntos de seguridad de su país.
Medios de prensa comentan aquí que pese a las promesas lanzadas en el primer mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, de retirarse completamente de Iraq y Afganistán, existen claros indicios de que los soldados norteamericanos podría permanecer en suelo afgano más allá del 2014.
