Cuando uno desea salvar a su ser querido sobre todo lo que existe, uno encuentra fuerza y fe para comenzar un nuevo día con la ilusión de ayudar y mejorar cualquier dificultad. Sin querer, el que más da, sufre y cuida es, al final, el que más recibe.
El Amor verdadero es el resultado de la dedicación, el compromiso, la fé y la firme determinación de permanecer juntos en las buenas y en las malas. Siempre pueden aparecer obstáculos y tentaciones por el camino. La decisión de cuidar, nutrir y dedicar tiempo, así como las ganas de querer entregarse completamente a una relación, son lo que hacen que los lazos perduren y se fortifiquen con el paso de tiempo.
El Amor no consiste en satisfacer las propias necesidades o estar pendiente de lo que se puede recibir. Por el contrario, el amor se incrementa cuanto uno más da y se entrega. Es un proceso en constante movimiento que se debe de cultivar diariamente. Amar verdaderamente nos motiva a dar lo mejor de nosotros, disfrutar, reír, sentir, sobretodo a compartir y a darle a todos aquellos que nosotros decidimos y aprendimos a amar con el corazón sincero.
El diagnostico que los médicos le han dado a María y la posibilidad de se recupere es realmente mínima; el tumor que tiene en el cerebro es peligroso, difícil de operar y con el tiempo le ha ido creciendo a tal grado que desafortunadamente le ha oprimido varios nervios importantes que la han dejado prácticamente inconsciente, con poca capacidad de comprender lo que le sucede y completamente imposibilitada para moverse.
Que dolor tan grande para Jorge su marido, para sus hijos, sus padres y toda su familia, todos deben de enfrentar posibilidad de que María no se recupere nunca. El tiempo pasa, las horas se convierten en días y estos en meses… no hay cambio, no hay mejora; Sin embargo la fé, el cariño y la compañía cada ves es mas grande. María no pasa ni siquiera una hora sola, siempre acompañada por su esposo o por alguien de su familia, siempre hay alguien que le platique que la cuide y que la inspire a luchar por su vida.
Después de casi dos largos años, muchas amistades y las enfermeras recomendaban tanto registrarla en una institución clínica supervisada; ya era tiempo de que retomaran su vida y dejaran de vivir alrededor de una mujer que no respondía Jorge mas que nadie se negaba y afirmaba con convicción, mientras haya esperanza estaré a su lado, cuidándola y queriéndola.
María despertó el lunes pasado, sin entender que pasaba o por que estaba toda su familia a su lado, no comprendía las lágrimas de su esposo y su familia. No tenía conciencia del tiempo que había transcurrido en coma. Quizá ella nunca conozca realmente la odisea que pasaron todos los que la quieren. Aunque le pudieran contar de los días interminables en el hospital, los cuidados intensivos en casa, las angustias, los sufrimientos así como las suplicas y las lagrimas derramadas; Hoy en día María sabe que fue ”El amor que la curó”, le dio una razón para vivir aun aunque estaba inconsciente siempre se sintió querida, protegida y sobre todo necesitada. “Fue un milagro que ellos lo hicieron realidad”.
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