No se puede decir que Whitmarsh sea precisamente un novato en esto de la Fórmula Uno. El británico comenzó su andadura en el Gran Circo en 1989, en la época en la que nombres como Ayrton Senna, Alain Prost, Nelson Piquet o Nigel Mansell competían en este deporte, y que -sin embargo- no logró impresionar al que por aquel entonces era jefe de operaciones de McLaren tanto como lo hace la Fórmula Uno actual.
El frenético e impredecible inicio de temporada (con siete pilotos y siete equipos diferentes ganando las primeras carreras) o el apretado final de Campeonato entre Alonso y Vettel (decidiéndose en el último gran premio por una diferencia de sólo tres puntos), unido a otros ingredientes más, hacen pensar a Whitmarsh que la Fórmula Uno es ahora mejor que nunca. El final de año no ha sido precisamente bueno para McLaren, pero aún así, el jefe del equipo se deshace en elogios hacia este deporte.
La parrilla actual en términos de pilotos y equipos, en mi opinión, y echando la vista atrás en mis 24 años de profesión, es más fuerte de lo que ha sido nunca.
Cada vez es más difícil ir ganando semana tras semana y ser dominante; y eso es bueno. Han sido genial estos dos o tres últimos años; han sido muy buenas temporadas de Fórmula Uno.
Al final, han sido ocho escuderías las que han tenido lo oportunidad de subirse este año a lo más alto del cajón, y eso -según Whitmarsh- habla mucho del gran potencial de los coches y de los pilotos. Pero además, el británico también habla de otros factores, como los neumáticos, que han sido un elemento fundamental en el trabajo de los equipos y, en definitiva, en el desarrollo de la temporada.
Hay equipos bien financiados, un periodo de estabilidad en las normas y neumáticos bastante difíciles. Todos esos factores fueron buenos ingredientes para que tuviéramos sobre todo una buena primera mitad de año.
