Bogotá.- El exmandatario Alvaro Uribe parece decidido a incorporarse al ajedrez político colombiano con una eventual candidatura al Senado por el movimiento Centro Democrático, en las próximas elecciones.
Está más cercano al sí que al no, dijo otro exgobernante Francisco Santos, quien agregó que con esa posible decisión suya el Congreso cambiaría totalmente. De acuerdo con mis cálculos, agregó, la lista uribista aglutinaría el 30 o 35 por ciento del total del legislativo.
Según consenso de analistas políticos independientes, Uribe está coqueteando desde hace algun tiempo con entrar al juego de nuevo, consciente de que la Constitución colombiana circunscribe a dos la elección de un presidente.
Por tanto no podría postularse para un tercer mandato, después de su doble período presidencial de 2002 a 2010,
Francisco Santos aseguró que el exjefe de Estado está armando una lista de más de 30 personas, entre ellas militantes del Partido de Unidad Nacional, además de exministros como Martha Pinto y Cecilia María Vélez y el exgobernador Luis Alfredo Ramos.
Agregó que el no se adheriría a esa lista pero, confesó sin ambages, que le gustaría, en cambio, ocupar el cargo de alcalde de Bogotá, tras lamentar que todavía faltan tres años para eso.
Por su parte, el parlamentario Guillermo García, quien preside el Senado, aun cuando dijo recibir con algo de asombro el anuncio de que Uribe encabezará listado para el Senado, manifestó que, si el quiere participar en las próximas contiendas para esa instancia, «en la democracia caben todos».
El tiene todo el derecho a representar a su sector, el de la derecha colombiana, en el Senado de la República, expresó García, miembro del Partido Liberal. Una reacción similar se percibe en la Cámara, según medios de prensa locales.
Durante las últimas semanas las críticas de Uribe al actual presidente Juan Manuel Santos han subido de tono, mientras este permanece fiel a lo que llama su mantra personal: No pelear con Uribe.
A pesar de sus vínculos con el paramilitarismo, en especial con los grupos paramilitares, Uribe no parece cejar en sus aspiraciones.
En estos momentos, incluso, es objeto de una investigación de la Fiscalía, a partir de las pruebas presentadas por el representante del Polo Democrático ante la Cámara, Ivan Cepeda, que lo vinculan con las Autodefensas Unidas de Colombia en sus tiempos de gobernador del norteño departamento de Antioquia, en el período 1874-1979.
Según testimonios de exparamilitares respaldados por fotos, partició directamente en algunas de sus acciones y atendía el ala militar de esos grupos armados ilegales.
Entre las pruebas que deberá verificar y evaluar el Cuerpo Técnico de la Fiscalía figuran los testimonios de Juan Guillermo Monsalve -quien trabajó en la hacienda Guacharacas, propiedad de los padres de Uribe-, Pablo Hernán Sierra, alias Alberto Guerrero, y otros exjefes paramilitares, recluidos en cárceles colombianas o norteamericanas
De igual manera, se ordena inspeccionar los predios a los que hace referencia la denuncia de Cepeda, así como comprobar las acciones paramilitares en las que intervino el entonces gobernador Uribe, mediante un método conocido como reconstrucción de la estela criminal.
