La denominada dieta DASH, desarrollada para controlar y combatir la presión alta, es una de las más exitosas a la hora de elegir un plan alimenticio más saludable. Descubre de qué se trata esta dieta y qué otras opciones tienes para comer de manera más saludable.
Existen distintos tipos de dietas, una para cada necesidad, dirán algunos, mientras que otros también pueden decir que hay tantas dietas como personas mismas. Y algo de razón hay en ello, ya que cada uno debe seleccionar un plan alimenticio saludable que se ajuste a sus gustos, costumbres y necesidades. En base a eso, tienes distintas alternativas que responden al objetivo de tu dieta, ya sea para perder peso, controlar la diabetes, evitar el colesterol alto y/o combatir la hipertensión, por nombrar sólo algunos ejemplos. Lo que es importante es que sea saludable.
La dieta DASH, la Mediterránea, la TLC… La lista es larga y podríamos continuar. ¿Las conoces? ¿Has probado alguna de ellas? Si es así, ¿cuál es tu preferida o la que mejores resultados te ha dado?
Una nueva clasificación de 29 dietas desarrollado por unos expertos de la revista U.S. News & World Report ubica a la denominada dieta DASH en el primer lugar en esta lista. La Dieta DASH fue originalmente creada por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre para controlar la hipertensión. ¿Recuerdas de qué se trata y en qué consiste este plan alimenticio?
La dieta DASH se llama así por las siglas de su nombre en inglés: Dietary Approaches to Stop Hypertension, que en español se traduce como Enfoque dietético para detener la Hipertensión. Justamente, lo que busca este enfoque dietético es ayudar a controlar la presión arterial alta, aunque también ayuda a prevenir la osteoporosis, las enfermedades del corazón, la apoplejía o accidente cerebrovascular, la diabetes y hasta ha sido relacionada con una disminución en el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
La dieta DASH se basa en el consumo de determinada cantidad de porciones al día de una amplia variedad de alimentos de todos los grupos, incluyendo frutas, vegetales, carnes magras, pescado, pollo, lácteos bajos en grasa, azúcar en pequeñas cantidades, cereales integrales, nueces y granos. Además, reduce la cantidad de sodio (sal) en tus comidas y aumenta los alimentos con calcio, magnesio y potasio, que funcionan como diuréticos y ayudan a que el cuerpo elimine más sal.