Preocupación Creciente

Hace cuatro días –al momento de escribir este artículo-, que cerraron sus puertas las oficinas de la Junta Central Electoral en el exterior, pero hace más de un mes que numerosos dominicanos que necesitan su cédula de identidad, una copia o el original de un acta de nacimiento y por eso y otros motivos relacionados comienzan a enojarse y preocuparse.

¿Y saben ustedes amigos lectores a quienes culpan esos dominicanos que pagaban por ese servicio? pues a la propia Junta por su sordera e insensibilidad, así como a los consulados dominicanos y de carambola a los partidos políticos.

Yo soy miembro de uno de esos partidos-el de la Liberación Dominicana y como tal nos preocupa lo que esto puede significar para el futuro en cuanto a granjearse el apoyo de una siempre creciente y significativa diáspora dominicana.

Todo lo que hasta ahora ha hecho la JCE respecto al tema del cierre de sus oficinas en el exterior se resume en una o dos palabras: desprecio e insensibilidad.

Los consulados dominicanos siempre blanco preferido para achacarle las culpas de otros, están haciendo hasta lo imposible por solucionarle los crecientes problemas que afrontan a la hora de renovar un pasaporte, solicitar un poder o una carta de ruta por mencionar algunos de los documentos que son servidos en esas dependencias, pero no dejan de recibir quejas todos los días por estos inconvenientes creados por el cierre de las oficinas de la JCE.

Por lo que puedo saber el actual presidente de ese organismo Roberto Rosario su cabeza más visible y en que se deposita una gran cuota de responsabilidad en la decisión de clausurar sus dependencias en el exterior, no aspira a la presidencia de la república, pero y si por esas vueltas de la vida, ese gusanito prende en el magistrado como le gustan llamarlo, ¿Cree que contará con la gracia de los criollos de la diáspora?

Por su lado en todos los partidos hay miembros y dirigentes preocupados por esa infausta decisión, pero dado que no estamos en campaña y que lo que hay en algunos de ellos son desde pequeñas o grandes y graves disputas por su control este problema no parece tener grandes repercusiones por el momento.

No obstante, ahora que tenemos siete diputados que nos representan, las diferentes comunidades esperan un frente único de ellos y no iniciativas individuales que se ven apabulladas aparentemente por las razones que hasta ahora sabemos han enarbolado los miembros del pleno de la JCE. Esto es un problema comunitario más que todo en este momento. La política partidarista debe dejarse a un lado, porque hay alrededor de dos millones de dominicanos que esperan una respuesta adecuada a sus necesidades.

Sé que como ocurre siempre entre los dominicanos hay problemas que tenemos ahí frente a nuestras narices y le damos larga al asunto-los anglosajones le llaman proscatination- y dejamos las decisiones para cuando ya tenemos el tiempo encima.

Eso puede ocurrir con la decisión de la JCE pocos parecen interesarse por lo que esto significará para todos los sectores, pero advertimos que esto se convertirá en bumerán para todos los que de una manera u otra puede influir para que esto no sea definitivo.

¿Nos adelantamos a sacar conclusiones? Tal vez, pero dice el dicho que más vale prevenir que lamentar. Los dominicanos en el exterior somos más de dos millones con mucha mayor conciencia de que podemos o no podemos hacer tanto en la actualidad como en el futuro en la sociedad dominicana, aunque muchos así no lo crean.

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