Ocho tipos de medicamentos que pueden afectar tu rendimiento sexual
En el mes de los enamorados abundan las cenas románticas, los regalos y los encuentros entre parejas. Sin embargo, tus deseos sexuales son bajos y la intimidad se está volviendo un problema. ¿Has pensado que la culpa puede ser del tratamiento que te indicó el médico? Descubre más detalles sobre este tema, y no dejes que el botiquín se meta en tu cama. Si es necesario, habla con tu doctor.
Los medicamentos son armas poderosas que nos ayudan a combatir condiciones tan variadas como la depresión, el colesterol alto o la hipertensión. Pero a veces también pueden afectar tu relación de pareja de distintas maneras, desde reducir la libido o el deseo sexual hasta generar la disfunción sexual.
Esto se debe a que, tanto el deseo como el funcionamiento sexual dependen de condiciones físicas y mentales. Por ejemplo, la libido y la excitación sexual se producen gracias a la interacción de ciertas hormonas, como la testosterona, y otros químicos que produce el cerebro, como la dopamina y la serotonina. Por eso, cualquier medicamento que suprima o interfiera con estas sustancias afectará la forma en que la persona reacciona sexualmente. Entre ellas, por ejemplo, las medicinas que regulan los estados de ánimo o la presión arterial y las que producen síntomas como letargo, confusión, aumento de peso o somnolencia.
Hace poco me visitó una paciente por un control de rutina y me comentó angustiada que desde que su marido se había enterado que tenía presión alta ya no era el mismo en la cama. Ella pensaba que él estaba tan preocupado por los cuidados que tenía que tener desde que le dieron el diagnóstico (que para él eran limitaciones, como dejar de comer sus alimentos favoritos porque eran muy salados), que ya ni le daban ganas de tener sexo.
Pero estaba equivocada. No eran las preocupaciones las que afectaban la vida sexual de su marido, sino uno de los medicamentos que le había indicado el médico. Fue así que le recomendé que lo visitara nuevamente para revisar las medicinas que había empezado a tomar y que buscaran nuevas alternativas para mantener la presión a raya sin modificar su libido.