París.- El Producto Interno Bruto (PIB) de Francia registró un crecimiento nulo en 2012 tras sufrir una caída de 0,3 puntos en el último trimestre, según revelan datos oficiales publicados hoy.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (Insee), en el período de octubre a diciembre la producción total del país se replegó, con excepción de la rama agroalimentaria, una situación que sólo había ocurrido en 2009.
Los gastos de consumo de los hogares mostraron un ligero aumento, propio de la temporada del fin de año, en tanto que las exportaciones y el monto de inversiones disminuyeron.
Estos indicadores revelan que el desempeño económico está en franco retroceso, pues en 2011 el PIB terminó con un alza de 1,5 por ciento.
Los resultados son peores de lo previsto anteriormente por el Insee y el Banco de Francia, cuyos pronósticos apuntaban a un descenso menor en el cuarto trimestre.
Para el gobierno del presidente François Hollande significa un revés porque sus cálculos estaban basados en un crecimiento de 0,3 por ciento el año pasado y de 0,8 en el actual.
A partir de esos datos se estableció el objetivo de disminuir el déficit fiscal de 4,5 a tres puntos a finales de 2013 y adecuarlo a las exigencias de los tratados europeos de austeridad.
Numerosos organismos, entre ellos la Corte de Cuentas, advirtieron en los últimos días que este propósito es muy difícil de conseguir debido a las condiciones de la economía en Francia y en la Unión Europea.
La víspera, el primer ministro Jean-Marc Ayrault reconoció que no se logrará alcanzar esta meta, sin adelantar cuál será la nueva previsión del gobierno.
«Nosotros no estaremos exactamente, yo pienso, al tres por ciento en 2013 por una razón simple, y es que el crecimiento en Francia, en Europa y en el mundo, es más débil de lo previsto», señaló el jefe de gobierno.
Con anterioridad el titular de Economía, Pierre Moscovici, había aceptado que, de ser necesario, se revisará a la baja la previsión de crecimiento del PIB.
El próximo 22 de febrero la Comisión Europea publicará sus proyecciones anuales para Francia y a partir de ahí el gobierno deberá realizar los cambios necesarios en sus metas.