El Pontificado de Benedicto XVI terminó este jueves con el cierre de puertas del palacio de Castel Gandolfo, donde su santidad permanecerá alrededor de dos meses en retiro espiritual antes de regresar a un convento en el Vaticano.
La guardia suiza, encargada de cerrar las puertas de Castel Gandolfo, fue relevada por la gendarmería romana tras el repique de las campanas a las 20:00 horas locales.
Benedicto XVI, quien se convirtió en el primer Papa en renunciar a su cargo en 600 años, comenzó su pontificado el 19 de abril de 2005, cuando fue elegido sucesor de Juan Pablo II en el primer cónclave de este tercer milenio.
Con este acto, la Iglesia Católica entró oficialmente en el periodo de sede vacante, el cual finalizará una vez que el cónclave elija a su sucesor.
Horas antes, el papa Benedicto XVI apareció por primera vez en los balcones de Castel Gandolfo para despedirse de una multitud que lo vitoreaba desde la plaza del castillo romano.
Benedicto XVI se dirigió a ellos con un mensaje de gratitud y les dijo: «vamos juntos adelante por el bien de la Iglesia y la humanidad»
En medio de vítores y carteles en apoyo a Benedicto XVI, el Pontífice añadió: «A las 20:00 horas ya no seré el Papa, soy sólo un peregrino en la última etapa de su peregrinaje».
El Papa agradeció así a sus fieles desde el balcón central del palacio, en el último acto público de su Pontificado.
«Gracias, buenas noches, gracias a todos», fueron las últimas palabras que emitió Benedicto XVI desde el balcón
Entre aplausos, este jueves el Pontífice se despidió en el Vaticano de los cardenales ahí presentes y de sus empleados que le sirvieron por casi 8 años.
A mediodía, Benedicto XVI ofreció un discurso a los purpurados antes de su partida de la Santa Sede, en el que prometió «respeto incondicional y obediencia al nuevo Papa».
«Entre vosotros, en el Colegio Cardenalicio, está el futuro Papa, al que ya prometo mi respeto incondicional y obediencia. Continuaré cerca de vosotros con las plegarias, especialmente en estos días (del cónclave), para que seáis plenamente dóciles a la acción del Espíritu Santo en la elección del Papa», agregó.