En un hecho que puso a vibrar a millones de caribeños, la República Dominicana derrotó a Estados 3-1 a Estados Unidos y avanzó a la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol.
En un hecho sin precedentes, con un Marlins Park de Miami abarrotado con 35 mil fanáticos, los dominicanos parecían los home club en Estados Unidos.
Un gran trabajo del abridor Samuel Deduno, secundado por el magnífico bullpen dominicano, amarró a la fuerte artillería norteamericana.
Hanley Ramírez fue el primero en enviarles la señal de peligro a los gringos con un jonrón que desató los nudillos del estelar R.A. Dickey.
Pero ambos pitcheos apretaron y con el juego 1-1, Erick Aybar, bateandon de emergente, remolcó la carrera decisiva en la novena entrada.
Con Nelson Cruz en tercera y un out, Aybar conectó un sencillo por el jardín derecho que produjo la segunda carrera dominicana y amarró la clasificación a la última ronda en San Francisco.
Ahora Estados Unidos y Puerto Rico se enfrentan este viernes por el último puesto en las semifinales.
Fernando Rodney lanzó la novena y consiguió su cuarto rescate del torneo.
Deduno comenzó vacilante y permitió una carrera en la primera entrada, pero después controló a la alineación estadounidense. Brandon Phillips, Joe Mauer y Giancarlo Stanton batearon sencillos y, con dos outs, Eric Hosmer recibió boleto que produjo la carrera de caballito.
Deduno ponchó a siete y permitió cinco hits en cuatro entradas, mientras que Dickey admitió la misma cifra de inatrapables en cinco episodios, con cuatro abanicados y un pasaporte.
