En apenas unas dos semanas, entrará en vigor el acuerdo recién anunciado entre México y Brasil de eliminar el requerimiento de visado para viajes de corta duración, una medida que esperan contribuya a incrementar los flujos turísticos y el intercambio comercial entre ambos territorios, según han reiterado las cancillerías de esos países, que informaron que se trabaja en estos momentos en la preparación e información a las respectivas autoridades migratorias.
Este importante convenio se deriva de encuentros previos sostenidos entre el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto y su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff Coimbra, durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el pasado mes de enero en la ciudad de Santiago de Chile, donde ambos mandatarios se
trazaron la meta de trabajar con más fuerza por estrechar la relación bilateral entre sus naciones.
Según refirió días atrás la secretaria de Turismo de México, Claudia Ruiz Massieu, aunque la supresión aprobada sólo cubre viajes con una estancia de hasta 90 días, y a partir de ese tiempo se precisará de un permiso especial, esta apertura facilitará mucho más el acceso para los vacacionistas y los hombres de negocios.
De hecho, la directiva recordó que aunque la exigencia de visado para ciudadanos brasileños estaba vigente en su país desde el 2005, hace tres años que se comenzaron a aplicar mecanismos de facilitación migratoria a los viajeros de ese mercado que contaran con visa de Estados Unidos
