Washington.- El presidente estadounidense, Barack Obama, viajará a Denver, Colorado, en su cruzada por urgir al Congreso federal que tome medidas sobre el control de armas de fuego, cuya posesión entre los ciudadanos está protegida por la Constitución.
Tras la matanza del pasado 14 de diciembre en una escuela primaria de Newtown, en Connecticut, donde perdieron la vida 20 niños y seis adultos, se avivó el debate nacional sobre el tema y el gobernante demócrata inició su campaña para evitar que tragedias similares se repitan.
Obama, quien ya en enero presentó una orden ejecutiva con 23 iniciativas para frenar la violencia armada, ha pedido que los legisladores aprueben medidas de sentido común sobre las armas, sin afectar el derecho constitucional de los ciudadanos a poseerlas.
El mandatario pretende en particular prohibir las armas de asalto y que se endurezca la revisión de antecedentes del comprador en todas las ventas de esos artefactos.
Mientras, este miércoles legisladores de Connecticut votarán en el Congreso estatal un ambicioso paquete de propuestas para un mayor control de esos letales medios, que incluye, entre otros aspectos, un registro de delincuentes peligrosos.
Luego de varias semanas de cabildeo entre líderes republicanos y demócratas fue anunciado allí el pacto sobre el paquete legislativo, al que calificaron de ser hasta el momento el de mayor alcance del país sobre el control de las armas de fuego.
Desde la masacre ocurrida en ese territorio, otros estados como Nueva York y Colorado también han sancionado leyes para fortalecer las medidas en cuanto a la compra y posesión de armamento.
Según cifras oficiales, en Estados Unidos 89 de cada 100 ciudadanos tienen un arma en su poder y los inventarios arrojan que más de 310 millones de estos medios se encuentran en manos privadas.
Se estima además, que después de lo sucedido en Newtown unos dos mil estadounidenses han muerto como consecuencia de disparos con armas de fuego.
