Washington.- La exposición a la contaminación del aire durante tiempo prolongado puede estar vinculada a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares por la aceleración de la aterosclerosis, publicó la revista PLoS Medicine.
Según el artículo, las altas concentraciones de contaminación atmosférica están relacionadas con el engrosamiento rápido de las dos capas internas de la arteria carótida común, vaso sanguíneo que proporciona sangre a la cabeza, el cuello y el cerebro.
El estudio, realizado por investigadores estadounidenses, refiere también que las partículas contaminantes del aire pueden provocar una progresión lenta del espesor del vaso sanguíneo, indicador de la cantidad de aterosclerosis presente en las arterias.
Sara Adar, autora de la investigación, explicó que esos descubrimientos ayudan a entender cómo la exposición a la contaminación del aire puede provocar el aumento de los ataques al corazón y derrames cerebrales.
Para obtener esas conclusiones, los especialistas relacionaron los niveles de contaminación que se estiman en una casa con medidas de ultrasonido de los vasos sanguíneos, en personas sin enfermedades cardiacas, durante tres años.
Tras el estudio, los autores encontraron que en promedio, el espesor de la carótida aumentó 14 micras cada año, aunque los vasos de las personas expuestas a niveles más altos de contaminación atmosférica engrosaron más rápido.
«Estos hallazgos sugieren que las personas que viven en una zona más contaminada pueden tener más de riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares», declaró Adar.
