Paraguay: compra de voluntades y debilidad democrática

Terminó la jornada electoral en Paraguay donde 3.5 millones de habitantes estaban en condiciones de votar en las elecciones en la cual fue electo como presidente el empresario millonario Horacio Cartes. Además, el vicepresidente de la República, 80 diputados, 45 senadores, 17 gobernadores y 18 legisladores titulares del Parlasur, el parlamento del Mercosur.
 
Los organismos internaciones enviaron un total de 411 observadores, para supervisar las elecciones,  a pesar de esto no se pudo impedir la compra de votos y la abstención que también es comprada. El precio mínimo que se paga por la compra de un voto es de 50,000 guaraníes, equivalente a 12.5 dólares. Este monto puede ascender hasta los 25 dólares.
 
En esta semana, una cámara pudo captar al senador del Partido Colorado, Silvio Beto, negociando con dos dirigentes campesinos del Partido Liberal.  Este viernes el Senado voto por la suspensión de dos meses de este congresista.
 
Paraguay es de los pocos lugares donde dicha comercialización de votos alcanza un grado de masificación  y se realiza hasta de manera natural.
Aunque en nuestros países, producto de la situación económica, la falta de conciencia de los pueblos y la  credibilidad en los políticos, conlleva a la compra de  voluntades. Definitivamente la debilidad democrática está brillando en todos los escenarios.
 
Esta campaña  electoral estuvo llena de acusaciones, donde Efrain Alegre señaló a su contendiente más cercano de tener vínculos con el narcotráfico y el lavado de dinero. Por otro lado, Cartes lo denunció por malversación de fondos cuando fue ministro y por haber pagado alianzas electorales.
 
El partido colorado está de regreso al poder, luego de la derrota en el 2008, después de 60 años. Una coalición de centroizquierda encabezada por el exobispo Fernando Lugo los desplazó; pero, este fue destituido hace diez meses, mediante un juicio político, que dejó al vicepresidente del Partido Liberal, Federico Franco, como presidente de forma interina.
 
En definitiva estas elecciones terminaron de manera tranquila y pacífica, donde fue favorecido Horacio Cartes, del conservador Partido Colorado, con 45.91 por ciento de los sufragios y  el candidato del Partido Liberal, Efraín Alegre, obtuvo el 36.84%. Este aceptó su derrota. El presidente electo emocionado agradeció el triunfo al Todopoderoso, a sus votantes y a quienes no lo hicieron señaló que pondrá todo su esfuerzo para ganarse su confianza.
 
En conclusión, con todo lo que está aconteciendo a nivel mundial, es preciso que los organismos internacionales jueguen el papel que le corresponde, para que el sistema se fortalezca y que no se continúe lacerando la democracia.

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