Islamabad.- El líder de la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N), Nawaz Sharif, se convertirá con toda certeza en el nuevo primer ministro del país cuando la Asamblea Nacional vote hoy entre tres candidatos.
En las elecciones del pasado 11 de mayo la PML-N ganó 126 de los 272 escaños de la cámara baja del Parlamento, y luego recibió el apoyo de 18 candidatos independientes y de los 37 puestos reservados a mujeres y no musulmanes, por lo que los resultados de la votación se dan por seguros.
Sus oponentes son Amin Fahim, del hasta ahora gobernante Partido Popular de Pakistán, y Javed Hashmi, del Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI, Movimiento por la Justicia), pero esas fuerzas solo ocupan 39 y 35 curules, respectivamente, en la Asamblea Nacional.
Sharif fue electo para el cargo en 1990 y 1997, pero la primera vez fue depuesto por el entonces presidente Ghulam Ishaq Khan, y la segunda por un golpe militar protagonizado por el general Pervez Musharraf.
El indiscutido jefe de gobierno ha prometido revitalizar la deteriorada economía de Pakistán y resolver la aguda crisis energética que encara el país.
Entre los objetivos de su política exterior está el de revisar la alianza con Estados Unidos en la guerra contra los talibanes, incluido el cese de los ataques de los drones contra las regiones tribales del noroeste por considerarlos lesivos a la soberanía nacional.
También, contribuir a la pacificación y reconstrucción de Afganistán a la retirada de las tropas de la OTAN del vecino país, y mejorar las relaciones con la India, en crisis desde el nacimiento de ambas naciones como repúblicas hace 65 años.
Esta es la primera vez que la Asamblea Nacional cumple su mandato de cinco años y que un gobierno civil cede el mando a otro en Pakistán, que la mayor parte del tiempo ha sido gobernado por regímenes militares llegados al poder mediante golpes de Estado.
