Con el fallecimiento de una mujer que resultó herida en el tren que se descarriló el pasado miércoles en España, se elevó a 79 las víctimas mortales de la tragedia.
La última fallecida es una ciudadana estadounidense que estaba en la unidad de críticos del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), donde estaba ingresada en estado crítico.
Según informa la Consellería de Sanidad de Galicia, cuatro días después del accidente permanecen hospitalizadas en diversos centros 70 personas, de las que 22 se encuentran en estado crítico. Dos de estos heridos más graves son niños.
Los hospitalizados son de nacionalidad española, argentina, venezolana, colombiana, peruana, estadounidense y británica.
En la noche del siniestro fueron trasladas desde el lugar de la tragedia a hospitales gallegos un total 178 personas, a las que progresivamente se les ha ido dando el alta.
Los cuerpos de las víctimas fueron identificados tres días después del siniestro. Un total de 75 víctimas fueron identificadas a través de huellas dactilares, mientras que los restos de otras tres personas tuvieron que ser sometidos a pruebas genéticas.
