No dejes que el trabajo y las preocupaciones laborales entren en tu hogar. El estrés afecta la calidad de vida de los empleados y por extensión, la de sus familias. Una encuesta reciente advierte sobre las consecuencias negativas que los empleos y los superiores podrían tener en el entorno familiar de los trabajadores. Pon cartas en el asunto y evita que ese “jefe nocivo” invada tu hogar.
Tal vez esos conflictos familiares por los que estás atravesando en verdad sean producto de un problema laboral. Piénsalo por un momento y admítelo sin vergüenza, pues es una situación más común de lo que parece. Según una investigación que se dio a conocer en una conferencia reciente sobre el trabajo, el estrés y la salud, auspiciada por el Instituto Nacional para la Seguridad y la Salud Ocupacional de los Estados Unidos, el trabajo es una de las fuentes principales de estrés.
El estudio analizó tanto la influencia de los lugares de trabajo que apoyan a la familia como el impacto de los supervisores sobre la salud de los empleados, ya sea para bien o para mal. En la conferencia se expusieron las conclusiones: un gran número de personas reportan que el trabajo es la mayor fuente de estrés en sus vidas y por lo tanto, éste se convierte en un factor muy importante en la calidad de vida de la población laboral. Se afecta su bienestar psicológico y también su salud física ya que los niveles elevados de estrés se relacionan con problemas de salud mental y un aumento en los síntomas depresivos, así como con un impacto negativo en lo que se refiere a enfermedades cardiovasculares, a la obesidad y a la salud física en general.
Y es lógico que suceda así. Cuando las personas están sometidas a mucho estrés en el trabajo y no encuentran apoyo en sus supervisores para responder a las presiones laborales, tienden a tener comportamientos y hábitos más negativos, como seleccionar comidas menos saludables, hacer menos ejercicio y dormir mal. Tampoco resulta difícil comprender que las relaciones de pareja y con los hijos se vean de igual modo afectadas. El estrés del trabajo también se trae a la casa y el resultado es obvio: todos los miembros de la familia terminan estresados.
