A partir de la temporada de 2004, y cada vez que venía a jugar a Nueva York tanto con los Rangers de Texas, Nacionales de Washington y Cachorros de Chicagos, el entonces segunda base y luego jardinero dominicano Alfonso Soriano siempre respondía con un “claro que sí, pero yo no controlo eso” a las recurrentes y casi obligadas preguntas de los periodistas de que si en un futuro le gustaría volver a jugar con los Yankees.
No lo controlaba pero deseaba y tenía razón. Sólo el tiempo tenía esa respuesta. Y como todo en la vida da vueltas el tiempo le dio a Soriano ese chance de volver al club de sus amores, a finales de julio de 2013.
Tuvieron que pasar casi 11 años, pero el dominicano parece que le gustó tanto jugar en El Bronx que desde que llegó al legendario equipo neoyorquino ha vuelto a convertirse en un arma letal en la caja de bateo.
De hecho, ha sido el jugador más caliente junto al toletero venezolano Miguel Cabrera después de la pausa del Juego de Estrellas.
Es tanto así que en apenas 37 juegos hasta el momento de escribir esta columna (5 de septiembre) ha fletado 12 jonrones y ha remolcado 40 carreras desde el pasado 26 de julio cuando fue insertado en la alineación de los Yankees como tercer bate ante los Tampa Bay Rays.
El martes 27 de agosto conectó dos bambinazos en el juego que los Yankees le ganaron 7-1 a los Toronto Blue Jays para llegar a la marca de 400 de por vida, para seguir con su tórrido bateo.
El impacto de su bateo no ha sido solamente en los números personales que ha puesto, sino en el equipo. Para el 26 de julio, los Yankees poseían marca de 54-50 y estaban a unos 8 juegos del segundo puesto de comodín del joven circuito.
Pero a partir de ese día que adquirieron de vuelta al jugador nacido hace 37 años, en San Pedro de Macorís, al este de Santo Domingo, los bombarderos tienen marca de 19-16 y en general 75-64, y están ahora a dos y medio de ese mismo comodín que ocupan los Rays de Tampa Bay.
“Soriano ha sido de vital importancia para nosotros desde su llegada”, dijo recientemente a Espn deportes el lanzador quisqueyano Iván Nova. “Llegó en un momento importante para nosotros. Es un tremendo jugador”, sostuvo.
El valor agregado de Soriano es que está siendo agresivo con la defensa. Muestra de eso es que llegó en el inning 11 del tercer encuentro de la serie ante los Rays en el Tropicana Field, el pasado 25 de agosto, cuando se fue a tercera sorprendiendo al meticuloso dirigente Joe Maddon y al lanzador Jamey Wright, y luego anotó con elevado de Curtis Granderson. A la postre los Yankees ganaron 3-2 con esa vuelta.
Para su propia causa, al llegar a las cuatro centenas de vuelacercas, Soriano ha abierto un gran debate en relación a sus chances para ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown. Ahora el toletero está cerca de unirse a un selecto club de los cuatro jugadores de 400 o más jonrones y 300 o más ikbases robadas. Actualmente posee 285 robos, y de alcanzar 15 más, se unirá a Willine Mays, Andre Dawson, Barry Bonds y Alex Rodríguez.
Tiene buen chance. En la actualidad tiene, 2,026 imparables, 401 vuelacercas 1,126 empujadas y 462 dobles y sólido promedio de bateo de .272. A eso hay que agregar que es uno de los pocos peloteros en hacer el difícil 40-40 (40 jonrones-40 bases robadas), siete veces miembro del Juego de Estrellas, -MVP en la edición del 2004- cuatro Bates de Plata, líder de jonrones (39 ), de hits (209 ) y bases robadas (41 ) en la Liga Americana en 2002.
Además, jugó sus primeras siete temporadas como intermedista y primer bate, conectando más de 150 jonrones.
Curiosamente su poder ha aumentado desde 2010: 24, 26; (2011), 32 (2012) y los 28 hasta el momento en 2013.
Asumiendo que conecte al menos otros 10 jonrones entre lo que resta de agosto y semptiembre, y que juegue hasta los 40 años, Soriano podría culminar con unos 470 batazos de vuelta completa –si conecta un promedio de 20 por temporada en los próximos 3 años- , 1350 empujadas, 500 o más dobles y 300 o más bases robadas.
¿Cuántos peloteros que están en el Salón de la Fama lo han logrado? Muy pocos. Además se puede dar el lujo de decir que brilló en sus mejores años y ganó dos Series Mundiales con los Yankees.
Pero, porque el “pero” siempre va a existir, la edad podría jugar un papel negativo en ese objetivo de acumular las estadísticas antes mencionadas y suponiendo que juegue. Lo mismo que su proclividad a los ponches (1,705 actualmente con apenas 478 bases por bolas recibidas). Su OPS de por vida es de 113 y su WAR es de 28.2.
Lo cierto es que estamos ante una brillante carrera de un jugador que está allanando su camino al menos para la posteridad, en la mente de millones de fanáticos, tanto en Nueva York como en su natal República Dominicana.
