Sanciones en Singapur: así actuaron los comisarios

Mark Webber se lleva la peor parte
 
Tres sanciones impuestas por exceso de velocidad: 1000 euros a Caterham y a Sauber, y 200 euros Red Bull; una amonestación a Mark Webber por acceder a la pista después de su abandono sin el consentimiento de los comisarios de pista; otra reprimenda a Fernando Alonso por haber trasladado a Webber en su F138 al parque cerrado; y otra al equipo Lotus debido a que un mecánico no llevaba protección para la cabeza durante una parada en boxes. Este es el balance de la actividad sancionadora desplegada por los comisarios presentes en Singapur.
 
La celebración de la decimotercera prueba del calendario del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 disputada bajo el resplandor de los focos del espectacular trazado urbano de Marina Bay de Singapur ha hecho necesaria la intervención de los comisarios deportivos que, como viene siendo habitual, designa la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) con el objetivo de velar por el cumplimiento de la reglamentación que rige el deporte rey del motor.
 
LOS COMISARIOS
 
No resulta extraño que a estas alturas de la temporada los comisarios repitan en sus funciones y que, como ocurre en la cita del país más pequeño del sudeste asiático, algunos hayan compartido tarea en algún Gran Premio anterior. Así, el plantel de comisarios presentes en Singapur estaba formado por el ex piloto Derek Warwick, Paul Gutjahr, Vincenzo Spano y Nish Shetty, éste último en calidad de representante del país organizador del evento. Warwick, Gutjahr y Shetty ya participaron juntos en el GP de Malasia.
 
Para desempeñar la tarea de comisario piloto, la FIA designó al británico Warwick, que repetía actuación por tercera vez en la presente campaña tras sus intervenciones en los Grandes Premios de Malasia y Bélgica. Considerado como unos de los grandes pilotos de Fórmula 1 que no logró jamás una victoria, Warwick disputó 146 Grandes Premios, obteniendo 71 puntos, dos vueltas rápidas, y cuatro podios durante la temporada 1984, sin duda su mejor año en Fórmula 1. En concreto, logró dos segundos puestos -Bélgica y Gran Bretaña- y dos terceros -Sudáfrica y Alemania- a los mandos del Renault RE50 con motor turbo y más de 800 caballos.
 
Warwick participó en la máxima categoría entre 1981 y 1993, debutando con el equipo Toleman y pasando por el mencionado equipo Renault, además de pilotar para Brabham, Arrows y Lotus. Pese a su dilatada trayectoria en la máxima categoría, no sería hasta su retirada del Gran Circo cuando el británico triunfó en el automovilismo, en concreto en carreras de turismos y de resistencia, disciplina esta última que ya había compaginado con la Fórmula 1.
 
 

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