El director de Migración, José Ricardo Taveras, pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que el tema de la migración en los países se reflexione en un marco de prudencia y equilibrio y que auspiciemos y se asuman normas aceptables, sin populismos peligrosos y con responsabilidad.
El funcionario dominicano habló ante los delegados de la ONU, trató el tema de la migración en el mundo, donde entiende se debe “destacar la necesidad de la preservación de la seguridad y la identidad de las naciones, principio que no puede ser pura y simplemente desdeñado, “si partimos del respeto debido al principio de dominio reservado de los estados en ciertas materias, que sirve de garantía a la existencia misma de la comunidad de las naciones”.
Asimismo, consideró que mientras el liderazgo mundial no asuma como programa sistematizado la planificación de innumerables y pequeños planes tipo Marshall para la redención gradual de injustificadas realidades de muchas naciones sumidas en niveles de pobreza que constituyen afrentas para la humanidad, el fenómeno migratorio seguirá siendo motivo de múltiples matices”.
El funcionario dominicano manifestó ante la ONU que no se puede desligar tampoco la migración de una de sus más grandes causales, que lo es la injusta distribución de las riquezas del mundo, que enfrentan el Norte y el Sur entre el desperdicio, el consumismo y la indiferencia contra una creciente falta de oportunidades en general, tales como empleo, acceso al conocimiento o la peor de todas: el hambre.
“La República Dominicana es una nación con vocación internacionalista. Esto así, porque nuestra nación se ha constituido en base a un crisol de razas y riqueza cultural donde la migración ha jugado un papel predominante, ya como emisora, receptora y escenario de tránsito de migraciones”, sostuvo el funcionario dominicano ante delegados de las 193 naciones representadas en la Organización de las Naciones Unidas en el evento sobre Migración Internacional y Desarrollo.
El licenciado Taveras manifestó que la migración podría verse como el gran desafío del siglo XXI. Dijo que en la República Dominicana “el tema de las migraciones no puede ser analizado desde la óptica estrictamente humana y económica, sin que se consideren integralmente todos los factores que la motivan y los intereses que se movilizan en torno al proceso de las migraciones.
