En su casa, en Medellín, en la ciudad en la que se hizo como músico y persona, Juanes quiso comenzar el trabajo de promoción de su nuevo trabajo Mi sangre.
Llegó en sus vacaciones a la ciudad y no paró de recorrer las calles y barrios, de visitar amigos, de comer palitos de queso y de cantar guascas y tangos.
Acá vuelve a ser el Juanes de siempre, el músico descomplicado que usa camiseta y tenis y que prefiere quedarse en la casa de su mamá, que en las lujosas suites de los hoteles.
Juanes hizo hizo un receso en sus cortas vacaciones en Medellín para atender a EL
COLOMBIANO, para hablar de los miedos, las pasiones y las metas del hombre que pese a los premios, éxitos, reconocimientos y ventas no se considera estrella.
Su sangre
A propósito de su nuevo trabajo ¿Cómo es la Sangre de Juanes?
"Mi sangre es muy intensa, muy apasionada, aferrada a la vida y al mismo tiempo es bastante temerosa de morir y eso es lo que refleja el disco. Son 12 canciones que hablan de esa línea sobre la que uno camina todo el tiempo, entre la vida y la muerte, y de como el amor es tan importante para uno. Todo el disco habla de las relaciones de la pareja, de uno con los hijos, con el mundo. Está marcado por el nacimiento de mi hija, un hecho que me cambió el panorama de las cosas porque por primera vez conozco el amor puro, el verdadero".
¿Qué tan difícil resultó el montaje de este nuevo disco?
"Para mí siempre ha sido muy difícil hacer música. Los discos pasados fueron traumáticos y tormentosos y éste mucho más por la presión personal que yo tenía de hacer un disco diferente, que rompiera los esquemas. Fue un disco viajero hecho en los aviones y hoteles, en otros países. Pese a ello es el disco más colombiano de todos los que he hecho. Es un trabajo más visceral que tiene la balanza mucho más equilibrada entre lo que estaba buscando, un disco que tiene mucho que ver conmigo. Muy equilibrado entre el rock y la música popular".
¿Juanes se siente estrella, leyenda?
"Yo no soy una leyenda, apenas llevó tres discos. Yo apenas espero trascender con la música".
¿Siente temor por toda la expectativa que hay alrededor de Mi sangre?
"Yo siempre he sido muy nervioso con la música y de alguna forma siempre llego con inseguridad por ese respeto que se merece el público. Con este disco siento muchos nervios porque es bien diferente y la gente lo puede tomar bien o mal. Por eso decidimos lanzar primero No valgo nada sin tu amor, porque es una canción que no tiene muchas características comerciales, con la que queríamos romper y mostrar una cosa distinta".
¿Cómo define este nuevo disco?
"Es un disco ecléctico, cada canción cumple su misión específica, que narra lo que yo estaba sintiendo. Es un trabajo que refleja mi miedo, mi angustia y mi desespero. Un disco que enfoca todo hacia el amor y la luz".
¿Por qué ese temor y angustia?
"Desde que nació Luna, mi hija, siento más temor de morir y valoro mucha más la vida. Ya no me quiero ir de acá y las cosas me afectan mucho más".
¿Cómo surgió la canción de Rosario Tijeras, que hace parte de Mi sangre?
"El acercamiento con Rosario fue muy natural, a raíz de una entrevista que Jorge Franco me hizo para una revista. Él me regaló el libro y de inmediato me atrapó, me cautivó esa historia de amor, de ese personaje tan vivo, tan pasional que es Rosario. Hace dos semanas vi en México los cortos de la película y casi me pongo a llorar. Me encantó. Ahora me cuentan que la canción va a ser incluida en la banda sonora de la cinta y eso me tiene muy emocionado".
¿Cómo hace Juanes para mantener los pies en la Tierra y seguir siendo el mismo de siempre?
"Cómo va uno a cambiar con la gente que le ha ayudado, eso es imposible, yo no comprendo eso. Para mí es al contrario, hay que agradecerle a Dios, a todo la gente que se toma el trabajo de comprar un disco, de ir a un concierto. Uno está ahí es por la gente y por eso hay que agradecerle. Yo no me creo esa historia del artista, de la estrella".
¿Qué siente cada vez que regresa a Medellín?
"Es lo mejor es superbacano ese reencuentro con las calles de Medellín. Ayer estuve en el Centro y eso fue algo muy emotivo para mí, también fui al parque Envigado y eso me llenó de energía.
Comenzar este trabajo de promoción en casa, en medallo, es para mí un buen agüero. De acá vamos a Bogotá, luego a España y el resto de países".
¿Qué no puede dejar de hacer Juanes cada vez que visita la ciudad?
"Lo que más hago cuando vengo a Medellín es estar en casa, recuperar ese tiempo perdido. La comida de la casa es clave: la bandeja paisa, la arepita, las empanaditas y los palitos de queso, que son maravillosos".
¿Cómo nace esa afición por la música guasca?
"Es algo que llevó desde pequeño, desde que vivíamos en Carolina del Príncipe y nuestra casa quedaba en un segundo piso y el primer piso quedaba una cantina. Desde que nacimos lo que escuchábamos era el retumbar de la vitrola con la música guasca y arrabal. Eso a mí me encanta"
¿Mi sangre le apuesta a la guasca?
"Hay una canción que se llama La camisa negra, una guasca al mejor estilo de los temas de Octavio Mesa, que habla del despecho y el desamor, con doble sentido, en el que unas palabras se unen con otras y parece que voy a decir cosas que no digo".
¿Se mantiene fiel a la premisa de no cantar en inglés?
"Yo a veces me frustro bastante cuando en Europa o Estados Unidos mucha gente no entiende mis canciones, porque mis letras son muy importantes. Yo sigo considerando que se puede hacer muy buena música en español. Me siento más tranquilo, más honesto y más cómodo cantando en español".
Jaime Horacio Arango Duque/Grandes Entrevistas/El Colombiano