Sidney, Australia.- China y varios gobiernos del sudeste asiático han exigido una explicación a Estados Unidos y sus aliados tras informaciones noticiosas el jueves de que embajadas norteamericanas y australianas en la región se usaron como centros del programa secreto de recopilación de información electrónica de Washington.
Los reportes se publicaron en medio de una protesta internacional por las alegaciones de que Estados Unidos ha espiado las comunicaciones telefónicas de unos 35 líderes internacionales.
Un documento filtrado por Edward Snowden, en analista de seguridad de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), publicado esta semana por la revista alemana Der Spiegel, describe un programa de interceptación electrónica llamado «Stateroom» en que embajadas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Canadá albergan secretamente equipos para recolectar comunicaciones electrónicas. Esos países, además de Nueva Zelanda, tienen un acuerdo de compartir información de inteligencia llamado «Five Eyes» (Cinco ojos).
«China está muy preocupada por los reportes y exige una aclaración y explicación», dijo Hua Chunuyng, portavoz de la cancillería china.
La organización australiana de medios Fairfax reportó el jueves que las embajadas australianas que participan en el programa son las de Yakarta, Bangkok, Hanoi, Beijing y Dili en Timor Oriental, así como las legaciones en Kuala Lumpur y Puerto Moresby, Papúa Nueva Guinea. El reporte de Fairfax, basado en el documento de Der Spiegel y una entrevista con un oficial de inteligencia retirado y no identificado, dijo que esas embajadas interceptan llamadas telefónicas e información de internet en toda Asia.
En una declaración, el canciller de Indonesia, Marty Natalegawa, dijo que su gobierno «no puede aceptar y protesta con firmeza las noticias de la existencia de instalaciones de interceptación electrónica en la embajada de Estados Unidos en Yakarta».
El documento filtrado por Snowden indica que el equipo de interceptación está oculto, como antenas «a veces escondidas en estructuras arquitectónicas falsas o en cobertizos de mantenimiento en los techos».
Des Ball, un destacado experto australiano en inteligencia, le dijo a la AP que había visto antenas ocultas en cinco de las embajadas identificadas en el reporte de Fairfax.
Ball declinó entrar en detalles o especificar cuáles embajadas eran, pero dijo que lo que Der Spiegel ha revelado no es nada sorprendente ni fuera de lo común. Muchos países han usado de manera rutinaria sus embajadas para escuchar llamadas telefónicas y los reportes de tales actividades son públicos desde hace decenios, dijo.
«Usamos las embajadas para interceptar cosas que no podemos desde las estaciones terrestres en Australia y muchos países hacen lo mismo», dijo Ball, profesor del Centro de Estudios Estratégicos y de Defensa de la Universidad Nacional de Australia.
La cancillería australiana declinó comentar sobre los reportes. El primer ministro Tony Abbott se limitó a decir que el gobierno no ha infringido ninguna ley.
