Los fanáticos dominicanos esperaron desde marzo pasado para rendirles tributo a los héroes deportivos que ganaron el Clásico Mundial… Y lo hicieron… ¡Gracias de nuevo por esa corona!… A propósito de la celebración, la parte artística puso fin a una amistad y por poco acaba en una desgracia… Les cuento: resulta que un amigo le dijo a otro: “arregla tu agenda del jueves porque te quiero invitar al Quisqueya para que escuchemos lo último de MOZART”. Al oir esa invitación, el joven, que es muy culto se alegró bastante y de inmediato pasó por su cabeza todo lo que disfrutaría oyendo las obras del genio austríaco en un ambiente tan popular como el del estadio y “saboreaba” Óperas de Mozart, Sinfonías de Mozart, Misas de Mozart, pero sobre todo a Haffner, su sinfonía 35… Pero, y aquí está el bendito pero, cuando siguieron hablando y el amigo le dijo que no era de Amadeus de quien le hablaba, sino de Mozart LA PARA, el que canta “Si te pego cuernos”, “Alegría en Fundita”, “Arán chin chin, “El Sapito” y “Mami yo quisiera”, buscó la pistola y todavía lo está “acarrereando”… Más de la celebración: a muchos colegas les pasaron “la mocha” en la lista de los que estaban acreditados para entrar al Palacio Nacional… ¡Ay ombe, el pobre Rafael Ovalles sólo decía “Tito es que sabe, Tito es que sabe”!.. Y eso es raro, porque ¡Tito Pereyra si es verdad que es un hombre de palabra!
