Una derrota anoche, que hubiera sido la cuarta, tendría hoy a los seguidores del Escogido “con el moco pa´bajo”, así como al equipo en sentido general.
Y es que sólo un equipo ha rebotado de un 0-3 y de un 0-4 ninguno.
Sin embargo, esta victoria, su primera de la final, ha revivido no sólo la esperanza, sino que ha dado vida al León, que en los últimos torneos se ha visto a ley de un strike para ser eliminado, pero ha sabido salir a flote, ganándose con justeza el mote de “duro de matar”.
“Somos escogidistas y no tenemos miedo”, un grito de guerra que había desaparecido de los labios de los parciales coloraos reapareció anoche en el coloso del ensanche La Fe y una victoria colorá esta noche distribuiría la presión en casi partes iguales para ambos equipos.
EL DUELO DE HOY
Para frenar la incipiente rebelión del Escogido, los Tigres del Licey subirán esta noche al montículo al estelar Héctor Noesí, quien es una de su carta de triunfo.
De su lado, los escarlatas dependerán del importado Jon Leicester, quien se ha mostrado optimista.
Noesí es una carta de triunfo y de Leicester no se puede decir menos, pues fue el que encabezó el partido sin hit que el Escogido le tiró al Licey el 15 de enero.
Noesí tuvo 1-2, 2.91 en tres salidas en el RR.
En 21.2 episodios, permitió 20 hits, ocho carreras, siete limpias con 6 BB y 13 K…
De su lado, Leicester, quien inició el juego del no-hitter el martes 14-1-14, tuvo 0-0, 0.00 en dos partidos y seis capítulos con un hit permitido, cinco transferencias y cuatro ponches…
“Licey es un buen equipo de bateo, pero le hemos lanzado bien y tenemos un plan de juego que debemos ejecutar”, dijo Leicester.
